La intimidación oficial surtió efecto. A escasas horas de que el presidente Hugo Chávez amenazara con nacionalizar a los bancos que no acaten la nueva Ley de Instituciones del Sector Bancario, aprobada por la Asamblea Nacional el jueves en primera discusión, Juan Carlos Escotet, presidente de la Asociación Bancaria de Venezuela (ABV) y de Banesco, ofreció una rueda de prensa para descartar que el nuevo instrumento jurídico persiga la estatización de la banca y para ponerse a la orden del Gobierno para trabajar en conjunto en los programas habitacionales.“Estamos absolutamente en desacuerdo con esa conclusión. En ninguno de los artículos de esta ley se habla de estatización de la banca (…) precisamente la ley lo que busca es mayores controles a la banca, algunos enfocados -en nuestra humilde opinión- de forma equivocada”.
Aunque Escotet cree posible convivir con un sistema bancario mixto, advierte que la nueva ley establece más controles, confiere “demasiada discrecionalidad” a los aplicadores de la ley y establece sanciones económicas que no le parecen razonables, dado que queda en manos del Presidente de la República, en consejo de ministros, acordar la intervención, liquidación o cualquier otra medida que considera necesaria sobre las entidades bancarias y; por otro lado, exige una contribución semestral de cinco por ciento de las utilidades sin impuesto para los consejos comunales.
Compromiso habitacional
El jueves en la noche, Chávez advirtió a Escotet que “banco que no coopere será nacionalizado”. También pidió a la Asamblea Nacional crear una ley que obligue a la banca privada a otorgar financiamiento para la construcción de viviendas, en el marco de la cruzada emprendida por el jefe de Estado de atacar el déficit habitacional.
La respuesta fue inmediata. Juan Carlos Escotet calificó el exhorto como una “apuesta retadora” pero precisó que sería posible construir más de un millón de viviendas en los próximos cuatro años. Aseguró que la banca privada hará un esfuerzo “sobrehumano” para que los proyectos que fueron expropiados se concluyan y se entreguen a los propietarios mediante un acuerdo tripartito entre el Estado, banca y constructores.
El Primer Mandatario anunció que inyectará dinero a los bancos privados Mercantil, Provincial y BOD, además del estatizado Banco Venezuela, con el fin de financiar la construcción de complejos habitacionales. "Ustedes saben cuánto dinero tiene la banca privada en depósitos, 280 mil millones de bolívares en depósitos. A cada uno yo quiero darle una cuota, se las voy a asignar en la ley (…) eso es un plan de emergencia, no es cualquier cosa. Así que mis amigos de la banca privada vayan preparando su mira, Caifás. Porque van a tener que financiar y sabroso la construcción de viviendas".
El presidente de la Asociación Bancaria de Venezuela afirmó que las empresas que han sido expropiadas han cumplido con las obligaciones que tenían con la banca privada y sólo se han presentado problemas en pequeños porcentajes.
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