diciembre 03, 2010

¿COMUNISMO? Para que y para quienes


Eddo Polesel
Una larga vida, vivida intensamente y con mucho interés en analizar los acon- tecimientos acaecidos en el mundo, he venido acumulando conocimientos que me permite emitir opiniones sobre los hechos y circunstancias que han caracterizados la segunda mitad del siglo pasado; y, en cuanto a lo que ha ocurrido en los primero cin cuenta años de ese siglo, he podido analizarlo y entenderlo porque los errores come tidos por las grades potencias vencedoras, con la imposición del Tratado de Versalle y su comportamiento entre las dos guerra, han generado los desajustes que pro- vocaron la Segunda. En cuanto a esta primera década del este siglo lo estoy sufriendo como casi todos los venezolanos, motivo por el cual puedo atreverme a opinar a cerca de lo que  sostiene y aconseja un personaje -actual consejero político del Jefe de la Revolución Bolivariana- el cual se ha atrevido a afirmar, (Ver El Uni- versal pagina 1-6 del día 21/11/010. -Igual que la  URSS-) a sugerirles que, frente a los resultados adversos del 26S, el tiempo apremia y lo que debería hacer el Chavismo es radicalizar las medidas intervencionistas alegando que sería la única forma de alcanzar “La superioridad de una economía planificada y nacionaliza- da como quedo demostrado por el existo colosal de la URSS”; es decir, la Ex Unión Soviética, en sus setenta años de existencia.
 Si no estuviéramos embarcados en esta tragedia, consecuencia de experi- mento comunistas que como ha pasado -en otros países- está sembrando violencia, muertes y ruinas, no habría porque preocuparse de lo que este impertérrito idealista trasnochado afirma -que por cierto no sugiere que se pratique en su país- pregonan- do las “bondades” del comunismo pero, tratándose que es uno de lo mas acredita- do consejero del Jefe de la Revolución Bolivariana, no hay que pasarlo por alto por- que algunos incautos, mal informado o ignorantes de los estragos que sucumbie- ron los países bajo el comunismo, pueden darles crédito por no estar informado de las monstruosidades que se han cometidos bajo ese sistema. Porque, por el contra- rio, el comunismo ruso ha sido un fracaso total, no solo por los desastres econó- micos sino porque por las purgas, las condenas en masa y las atrocidades come- tidas para llegar a la cima del Poder ha costado, a los países victimados, más de sesenta millones de muertos sobre cuyos cadáveres está montado el cadáver del que fue el triunfador de la revolución rusa Josef Stalin, seguido por Mao Testung en China, ahora en la vía de recuperación Capitalista y mucho después por Fidel Cas- tro, que ha llevado a Cuba a la pobreza extrema y que después de cincuenta años castigando a si conciudadanos, su hermanos al poder, trata de salir del atolladero en que se encuentra el país a pesar de las ayudas del Chavismo. Frente a estas evi- dencias es realmente inconcebible que a esta altura alguien –que hay considerar co- mo efecto de una mente enfermiza anacrónica y congelada- se atreva a aconsejar o otros -con iguales defectos- que adopte estas consejas el cual sugiera que el chavis mo, para no perder el poder, la única salida que tiene es la destrucción de un país para imponer su ideología que significaría someter a su arbitro a toda la sociedad.
No se puede negar que hay problemas en del área económica  de los países  de la economía de mercado; modelo que ha sido el existo de estos países, pero llegar a decir que el capitalismo en democracia ha fracasado, cuando los países de la Europa Oriental, tumbando el muro de Berlín, se han adherido a Unión Europea, para salir de la pobreza en la cual habían caído a causa de la explotación del Imperio comunista Ruso por la “virtudes” del comunismo y que ahora también lo que queda imperio Soviético, la Federación Rusa y hasta China han tomado la ruta de ir cambiando a sus anquilosadas estructuras políticas, para dar paso a la iniciativa indi vidual y admitir la propiedad privada, para poder ser parte de ese mundo que mira al futuro con esperanza, significa que una parte del cerebro de aquellos que quiere resurgir el comunismo ha quedado efectivamente congelada. Si el Imperio comu- nista Soviético hubiese tenido el éxito, que dicen quien aconseja al Jefe de la Revo- lución Bolivariana, el Muro de Berlín estuviera aun en pie, para preservar a ese supuesto “bienestar”, cuando la verdad es que fue tumbado desde adentro porque esos países han preferido el otros imperios, el Capitalismo democrático de la era moderna cuya dinámica política hace posible los cambio de los gobierno premian- do aquellos que gobierna bien y castigando, con el voto, aquellos que lo hacen mal.
Los venezolanos, si no queremos que sea verdad, -lo que se dice- que cada país tiene el gobierno que se merece, no debemos –ahora que no hay dudas sobre el fin que nos espera- dejarnos llevar por ese atolladero para dejar que sean las próximas generaciones que asuman la gravosa tarea de recuperar el país; tampoco debemos estrellarnos contra un muro de incomprensiones y de ideas preconcebida por unos líderes que para quedarse en poder son capaces de la peores acciones. La única forma de hacerlo es RESISTIR, ser consecuentes con la defensa de nues- tro valores; de nuestras tradiciones, de nuestros principios y debemos, mientras dure esta tragedia, tener presente, que el Muro de Berlín, construido para mantener la dominación comunista no lo tumbaron las divisiones armadas del Capitalismo democrático, sino las presiones de los pueblos que se negaron a vivir con los “exitos” del comunismo; como tampoco pudieron evitarlo los tanques rusos que, frente a esa avalancha humana, quedaron con los motores apagado.
La tarea no es fácil, pero tampoco lo será fácil para el régimen controlar una situación que ya hoy le resulta my difícil por los variados frentes que están abiertos por los “éxitos” de la Revolución Bolivariana cuya radicalización –sin lugar a duda-agravara. Pudo ser fácil llegar al poder por vía del voto y traicionar la confianza que mucho pusieron en mano de quien gano la elecciones en 1999; como también fue posible pasar de una Rusia Feudal a un régimen que decía defender un proletaria- do que no existía en ese inmenso país y que a la postre fue igualmente traicionan- do las aspiraciones de ese pueblo oprimido y atrasado resultado del sistema feudal.
Venezuela democrática debe estar preparada para responder porque su pre- cio ya lo está pagando con el número de muertos que está causando la inseguridad a todos los niveles y regiones del país y por una crisis social inadmisible, resultado de una gestión cuyo objetivo no está dirigido a propiciar el bien común sino simple- mente quedarse en el poder. Y repetimos, la radicalización que pareciera ser la so- lucion del régimen debe ser asumida –en todo caso- como el último intento de sobre vivencia lo que -de darse equivaldría- la muerte de la Democracia; Las instituciones del país están llamadas a enfrentar -si esta situación se presenta para evitar el cas- tigo de un régimen que no nos merecemos ya que -en este caso- sí nos merecería- mos tener definitivamente.

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