La imagen de esta mujer, a la que propinan al menos 53 latigazos, está conmocionando a la red. Fue la italiana RAI quien descubrió la brutalidad, y rápidamente medios de todo el mundo se han hecho eco de las imágenes, que retratan a la perfección al régimen islamista de Sudán, donde prima la sharia.
Por el momento, las autoridades no han hecho público cuál habría sido el delito de la mujer, pero varias web señalan que habría sido llevar pantalones. No obstante, la sectaria legislación sudanesa sólo establece este castigo para las mujeres culpables de adulterio. Concretamente el Código Penal que se impuso tras el golpe de estado de Omar al Bachir contempla los latigazos como castigo a comportamientos "indecentes" como el proxenetismo o el adulterio, entre otros. La periodista Labna Ahmed Husein ya fue condenada el pasado año por vestir "ropa inadecuada". Es decir, pantalones.
"Deben ser 53 latigazos" dice uno de los hombres uniformados, según se traduce de los subtítulos del vídeo. "Te encerraremos en la cárcel dos años si no te inclinas y te sientas en el suelo" vuelven a la mujer, que está atemorizada. "Queremos irnos a casa" dice otro hombre, apremiando para que comience el cruento espectáculo.
Un buen número de personas observan el castigo, mientras la mujer grita "Ya basta, Ya basta", entre las risas de sus torturadores.
Tras las críticas internacionales, el poder judicial sudanés ha anunciado que investigará los hechos, según recoge The Guardian.
El poder judicial sudanés ha anunciado este lunes la apertura de una investigación sobre el trato recibido por una joven, que en un vídeo colgado en YouTube es violentamente azotada por dos hombres en uniforme de policía.
"Deben ser 53 latigazos", dice uno de los hombres, según los subtítulos en inglés del vídeo. "Te encerraremos en la cárcel dos años si no te inclinas y te sientas en el suelo", amenaza a la mujer antes de que comience el cruel castigo. "Queremos irnos a casa", apremia el otro uniformado.
Las imágenes circulan desde hace unos días en internet. La joven, aparentemente sudanesa, permanece arrodillada, gritando y llorandomientras los dos hombres -ataviados con el clásico uniforme de los policías sudaneses- le dan latigazos por todo el cuerpo ante un buen número de personas que observan el castigo. "Ya basta, ya basta", acierta a decir la mujer ante las risas de sus castigadores.
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