El selectivo español es uno de los índices que más se beneficia de la apreciación de la moneda única, siempre que ésta obedezca al relax de la deuda
El euro sigue apreciándose respecto al dólar desde principios de año. Si contamos desde los mínimos de este recién estrenado 2011, la divisa comunitaria ha avanzado desde 1,29 dólares hasta sobrepasar la barrera de 1,37. Y, a tenor de la opinión de los expertos, es posible que siga subiendo. Es la opinión de Pablo del Barrio, de X-Trade:_"En principio, los fundamentales justifican una tendencia alcista:_la crisis de deuda ha mejorado, como han demostrado las últimas emisiones de deuda de los países periféricos". "La Unión Europea ha dado una respuesta a la crisis antes de lo previsto", añade Marián Fernández, de Inversis. Está dispuesta a flexibilizar el fondo de rescate para comprar deuda soberana. Y, como añade Alberto Matellán, de Inverseguros, por la aceleración de la reforma del sistema financiero español, que el jueves daba un golpe de efecto con el anuncio de la creación de CaixaBank.
Otra clave: los tipos
Pero hay más. Como señala Pablo del Barrio, los últimos datos de inflación de la zona euro. Y, sobre todo, el discurso del presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, tras la última reunión de la autoridad monetaria, en la que incidió en las presiones inflacionistas a corto plazo. Trichet defendió, además, la subida de tipos que acometió en julio de 2008:_hizo lo correcto. Elevó el precio del dinero en los prolegómenos de una recesión, pero defiende que su mandato es la estabilidad de precios. Ahora, Trichet vuelve a insistir en que la autoridad monetaria hará todo lo que sea necesario para evitar la escalada de la inflación. Y, si el BCE_sube los tipos de interés antes que la Reserva Federal, ello implicará que habrá más gasolina para el euro. Matellán no ve, por ahora, una subida de los tipos: "Para ello, la inflación debería trasladarse a los salarios".
Por el momento, el euro podría irse hasta 1,40 dólares. En un mes o mes y medio, afirma Matellán. Óscar Germade, de Cortal Consors, coincide en que el euro se encuentra en tendencia alcista y cree que puede irse hasta 1,4282 dólares. Además, no descarta que pueda llegar hasta 1,45. "A corto plazo, el euro cuenta con más soportes que resistencias", añade Fernández. Dirk Aufderheide, de DWS, en declaraciones a Bloomberg, cree que el euro llegará a 1,50, porque confía en los líderes europeos y su lucha contra la crisis de deuda.
Para Matellán, la superación de la barrera de 1,40 está condicionada a que haya una sorpresa negativa en la economía de EE.UU., o muy positiva sobre el crecimiento de la zona euro. "O si en Europa la inflación se acelera, Trichet sube los tipos antes de lo previsto, mientras en EE.UU. siguen con su política monetaria expansiva", añade Joaquín Casasús, de Abante. El mercado debe cotizar que la Reserva Federal está comprando bonos por valor de 600.000 millones de dólares. Y, también, el enorme déficit fiscal y comercial que soporta EE.UU., además de la posibilidad de que China deje, en algún momento, de comprarle tanta deuda.
Pero también puede volver al nivel más bajo de la horquilla, que los expertos plantean, 1,20 dólares por euro, en el caso de que la crisis de deuda vuelva a atacar, aunque el efecto de estos "ataques" cada vez será menor, como dice Pablo del Barrio.
Efecto bursátil
¿Cómo le sienta a la Bolsa que el euro esté apreciándose frente al dólar? Joaquín Casasús afirma que la Bolsa lo puede leer de dos maneras:_"Por un lado, la lectura que extrae de la apreciación del euro es que la crisis de deuda se está solucionando. Pero, el mercado también puede leer que se está apreciando por las mayores expectativas de inflación y subida de tipos, y eso sería malo".
Miguel Ángel García, de Banca March, precisa que, en estos momentos, ante apreciaciones del euro, las Bolsas en su conjunto reaccionan con subidas. Y, como añade Óscar Germade, de Cortal Consors, unas más que otras. El Ibex es uno de los índices más correlacionados con la evolución del euro. La beta, el indicador que mide esta correlación entre dos activos, es de dos puntos en el caso del selectivo español en su vinculación con la moneda única. Eso significa que si el euro sube un 1%, el Ibex avanza el doble.
En cambio, a su juicio, el Dax alemán es el que menos correlacionado está con el euro. Quizás porque está compuesto mayoritariamente por exportadoras a las que les viene mejor que el euro se deprecie, aunque tampoco su índice tiene demasiados motivos para caer, dado que su economía ha adquirido una gran potencia.
En el caso de la Bolsa americana, durante la última década, ha subido con un dólar débil pero, ahora, según Germade, la fórmula se rompe.
De hecho, siguiendo con la teoría de que todas las Bolsas suben cuando el euro se aprecia y caen cuando sucede lo contrario, tener activos en dólares actúa como una buena protección en momentos en los que el euro se ha depreciado. "Tener activos en dólares está dando estabilidad a las carteras en momentos de volatilidad cambiaria", apunta este García.
¿Qué sectores?
Pero a la economía europea y a sus Bolsas, no les viene demasiado bien que el euro se aprecie, porque frena la competitividad de sus empresas. Para Joaquín Casasús, la economía empieza a sufrir a partir de 1,40. Por eso, con la apreciación del euro, Miguel Ángel García considera que habría que apostar por sectores que tienen una orientación más local, como servicios financieros, ocio, bienes de consumo o ventas minoristas. "No porque su facturación vaya a aumentar, sino porque no se vería deteriorada. No porque lo vayan a hacer muy bien en Bolsa, sino porque lo harían mejor que otro tipo de compañías", aclara ese experto. Para él, los sectores que habría que evitar en Europa en el caso de que el euro se aprecie más serían los que más presencia exterior tienen, como el automovilístico, el industrial, el petrolero, el químico y el tecnológico.
¿Y en España?
Los gestores detectan algunas compañías españolas vulnerables al tipo de cambio. Guillermo Escribano, de Metagestión, apunta que a Iberia le viene bien un euro fuerte, porque se abarata su factura de crudo. Aunque, al mismo tiempo, el precio de las materias primas sube, por lo que un efecto se puede compensar con el otro. Lo mismo les puede suceder a empresas como Acerinox o ArcelorMittal. A Inditex, un dólar débil le beneficia, porque se reduce su factura de algodón y de costes laborales, muchos de ellos denominados en dólares. Y el efecto es similar en Grifols, según recuerda David Ardura, de Gesconsult. Pero las petroleras, como Repsol, son las que mejor reciben la debilidad del dólar.
En cambio, a Viscofán, lo que le beneficia es que suba el dólar, porque sus ventas tienen lugar en zona dólar en un 48%.
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