Los bancos centrales de AL se inclinarían en los próximos meses por acelerar las subidas de sus tasas clave de interés para contener las mayores presiones inflacionarias, pese a que la medida podría tener un efecto bumeran. La escalada en los precios de los alimentos se está sintiendo con fuerza en las expectativas de precios de AL.
Un alza en las tasas de interés atraería más capitales a una región que está en el radar de los inversores por sus altas tasas de crecimiento, alentando una apreciación más pronunciada de las monedas locales.
La reciente escalada en los precios de los alimentos y la energía a nivel mundial se está sintiendo con fuerza en las expectativas de precios de casi toda América Latina, y poniendo en jaque los objetivos de inflación de las autoridades monetarias.
En Brasil, la mayor economía de Latinoamérica, los economistas elevaron este lunes sus previsiones para la inflación de este año por undécima semana consecutiva, a un 5,79%.
La cifra supera la meta de inflación del Banco Central para este año, de un 4,5%, y complica el panorama para la nueva presidenta Dilma Rousseff, quien precisamente busca contener la inflación y bajar las elevadas tasas de interés.
"Efectivamente la señal que han dado los bancos centrales es que van a estar subiendo tasas de interés para poder contener la inflación", dijo Alejandro Grisanti, director para América Latina en Barclays Capital.
El ente emisor brasileño puso fin a meses de tasas estables cuando subió en enero por primera vez desde julio su tasa referencial -Selic - en 50 puntos base a un 11,25%, uno de los niveles más altos del mundo.
Una tendencia regional
El banco central de Chile también subió la semana pasada su tasa clave a un 3,5%, anteponiendo las mayores expectativas inflacionarias al fuerte avance del peso, que está golpeando a los exportadores del mayor productor mundial de cobre.
"Las expectativas futuras de inflación le pueden doler al Banco Central y al subir la tasa, su mensaje sería: señores lo que nos interesa es el nivel de precios, el tipo de cambio fue un tema circunstancial", dijo Nathan Pincheira, analista de Banchile Inversiones.
La autoridad monetaria chilena inició un plan de acumulación de reservas por $12.000 millones, pero el peso aún opera cerca de un máximo de tres años.
El ente emisor de Paraguay también subió este mes su tasa clave de interés, mientras que se espera que el Banco Central de Colombia eleve su tasa de referencia antes de lo previsto por las mayores expectativas de inflación, según un sondeo de Reuters.
En Perú, la autoridad monetaria subió hace dos semanas su tasa referencial a un 3,5%, por segundo mes consecutivo, tras haberla mantenido estable por varios meses.
Si bien Perú cerró el 2010 con la inflación más baja de la región, el repunte de los precios de alimentos como el maíz y arroz llevó a que analistas elevaran sus expectativas por encima del techo del rango meta del banco central, que va de un 1% a un 3%.
En un esfuerzo por contener el alza del costo de vida, el gobierno peruano rebajó hace poco el principal impuesto del país y los aranceles sobre algunos alimentos.
Pero "los mayores riesgos inflacionarios y un menor ajuste fiscal estarían llevando a la implementación de una política monetaria más restrictiva de lo inicialmente previsto", dijeron analistas del Banco de Crédito, el mayor de Perú, en un informe. Y ahí radica el dilema que afrontan los bancos centrales.
Ello "se traduciría en una tendencia al alza más pronunciada para la tasa referencial y, en consecuencia, en una mayor presión al fortalecimiento del nuevo sol" ante el previsible flujo de capitales externos en busca de una mejor rentabilidad, agregaron.
La moneda peruana se ha apreciado en el 2010 cerca de la mitad de todo lo que ganó el año pasado, inmune al actual proceso electoral.
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