febrero 09, 2011

Trabajadores venezolanos cada vez compra menos


El avance de los precios supera los incrementos en el salario y los trabajadores reciben una quincena que cada vez compra menos. 

El índice de remuneraciones del cuarto trimestre del año pasado, que elabora el Banco Central de Venezuela, refleja que en términos reales, es decir, después de limpiar el efecto de la inflación el salario registra un descenso de 5,3% en 2010. 

Al observar el comportamiento de los sueldos en el sector privado y el Gobierno, queda en evidencia que para los trabajadores públicos 2010 fue un año amargo. 

En promedio, quienes trabajan para el Gobierno sufren una merma en su capacidad de compra por el orden de 13,5%, mientras que en el ala privada de la economía el declive es de 1,3%. 
El BCV precisa que "las empresas privadas otorgaron aumentos salariales a todos sus trabajadores" y no sólo a aquellos beneficiados directamente por el incremento del sueldo mínimo. 

El deterioro en el poder de compra de los trabajadores explica el descenso en el consumo de las familias que, de acuerdo con el mensaje anual de Nelson Merentes, presidente del Banco Central de Venezuela, retrocedió 2,8% y en los dos últimos años el declive acumulado es de 5,9%. 

Las perspectivas no son halagadoras. Presionado por el descuadre entre el ingreso y los gastos el Gobierno devaluó la moneda para recibir más bolívares por los petrodólares. 

El resultado es que el tipo de cambio para la importación de alimentos básicos y medicinas aumentó 65% y firmas especializadas proyectan que este año la inflación se ubicará en torno a 30%. 

Otro factor a tomar en cuenta es que la reforma a la Ley de Bancos limita el financiamiento con tarjetas de crédito, una pieza esencial en el presupuesto familiar. 

Datos de la Superintendencia de Bancos indican que la clase media utiliza las tarjetas de crédito para incrementar el dinero que efectivamente dispone al cierre de cada quincena y cancelar alimentos, medicinas, clínicas e incluso, el costo de los colegios privados. 

La Ley indica que los bancos no pueden dirigir al financiamiento con tarjetas más de 20 de cada 100 bolívares otorgados en préstamos. Dos entidades financieras privadas ya superan el límite establecido para el financiamiento con tarjetas de crédito y otro grupo se encuentra cerca del techo. 

Si en definitiva no se flexibiliza la norma los bancos tendrán que escoger entre un abanico de opciones que incluiría menos entrega de nuevas tarjetas y revisión del cupo disponible para cada cliente. VS

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