El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió ayer sábado que las economías de Latinoamérica están recalentándose, y Canadá instó a los elaboradores de política a no subestimar los riesgos de la creciente inflación. El organismo advirtió, que muchas economías latinoamericanas están creciendo "demasiado rápido".
Los llamados a la precaución contrastaron con el ánimo entusiasta entre muchos funcionarios latinoamericanos que se reunieron en Canadá para una cumbre anual del Banco Interamericano de Desarrollo.
Países como Brasil y Chile están gozando de un sólido crecimiento económico sostenido, impulsado por una sana demanda por exportaciones de materias primas y una expansión de dos dígitos de los préstamos bancarios a sus consumidores.
El jefe del Fondo Monetario Internacional advirtió, sin embargo, que muchas economías latinoamericanas están creciendo demasiado rápido, poniendo presión sobre una región donde algunos países sufrieron de hiperinflación hace pocas décadas.
"En muchas de ellas hay señales preocupantes de recalentamiento", dijo en un blog el director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, agregando que el crecimiento de los mercados financieros de la región aumenta el riesgo de burbujas crediticias en Latinoamérica.
La economía de América Latina posiblemente crecerá un 4,5 por ciento este año después de registrar una expansión del 6,1 por ciento en el 2010, dijo el Instituto Internacional de Finanzas.
En Brasil, los precios de las casas en algunas ciudades casi se han duplicado en apenas dos años y la moneda del país se ha fortalecido cerca de un 1 por ciento desde mayo del 2010.
El gobernador del Banco de Canadá, Mark Carney, dijo a funcionarios de América del Norte y del Sur que la alta demanda por materias primas podría durar más de lo que muchos esperan, impulsada por las exigencias de economías emergentes como China e India.
"Es un error atribuir todo esto a (factores) cíclicos", dijo Carney, refiriéndose al argumento de que los precios de los bienes como el cobre y los granos han subido sólo debido a un repunte del ciclo económico global.
"Estamos en un ambiente que probablemente estará con nosotros por varias décadas", dijo durante un panel de discusión.
El Secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, viajó al nevado oeste de Canadá para la reunión, pero no realizó comentarios públicos.
CHOQUES DE POLITICA
Mientras el mundo se recupera de la recesión, las naciones han chocado por sus políticas cambiarias en momentos en que muchos países se ajustan a las tasas de interés extremadamente bajas de Estados Unidos y la reticencia de China a permitir una mayor apreciación de su moneda, el yuan.
Inversores en busca de altos rendimientos han depositado su dinero en América Latina, agudizando esas tensiones.
Varios países en América Latina han presenciado un aumento de la inflación provocado por los altos precios de los alimentos y otras materias primas. La tasa de inflación de Brasil alcanzó un 6 por ciento en febrero por primera vez desde noviembre del 2008.
Algunos funcionarios de América Latina han argumentado que el auge de los precios de los alimentos pasará y que subir las tasas de interés podría acentuar el problema de la gran cantidad de dinero que está entrando en sus economías, lo que daña a las exportaciones al fortalecer el valor de sus monedas.
"La política monetaria no es suficiente", dijo el gobernador del banco central de Uruguay, Mario Bergara, quien estuvo en el mismo panel que Carney.
El canadiense, sin embargo, pareció incómodo por la postura. "¿Puedo sumarme a eso? Estoy un poco nervioso de a dónde nos dirigimos", dijo Carney. "La política monetaria debe lidiar con las presiones inflacionarias, es lo primero y lo más importante", agregó.
Advirtió que las políticas mal orientadas en los mercados emergentes para responder a la alta inflación y a una oleada de ingresos de capitales podrían conducir a la inestabilidad financiera y un débil crecimiento económico global.
"Allí es donde uno puede cometer errores bastante grandes y tardar demasiado, tanto por el lado monetario como por las reformas estructurales que son bastante fundamentales", sostuvo.
Después de que la economía de Argentina creció un 9,2 por ciento en el 2010, el Gobierno dijo que la inflación alcanzaba un 10 por ciento. El ministro de Economía de Argentina, Amado Boudou, rehusó realizar comentarios sobre las estimaciones del sector privado que muestran que la inflación está más cerca del 25 por ciento.
"Argentina está creciendo con mucha fuerza, muy por sobre del promedio mundial", dijo Boudou.
Canadá elevó su tasa de interés tres veces entre junio y septiembre del 2010. Brasil ha subido su tasa en tres puntos porcentuales desde el 2009, sin embargo, economistas consultados por el banco central esta semana elevaron su previsión para la inflación a fin de año.
Brasil también planea reducir el gasto del Gobierno para luchar contra la inflación.
A pesar de las presiones inflacionarias, los países están optimistas sobre sus perspectivas de crecimiento después de haber sido un soporte clave para la recuperación mundial de la recesión.
"Hay una sensación de que a esta región como un todo le está yendo muy bien", dijo el ministro de Hacienda de Chile, Felipe Larraín, a Reuters. "América Latina ha salido fortalecida", agregó.
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