marzo 24, 2011

Las lluvias y las ocupaciones forzosas debilitan la capacidad de pago del agroproductor venezolano


Representantes de la Asociación Bancaria, productores, Sudeban y funcionarios del Ministerio de Agricultura y Tierras de Venezuela, acordaron el pasado viernes las condiciones y plazos de financiamiento para cada uno de los rubros del sector agrícola. 

Se establecieron plazos de financiamiento que oscilan entre 12 y 18 meses para mantenimiento de siembra de caña de azúcar y con 6 meses de período de gracia sin intereses; entre 180 y 300 días para los cereales, y entre 90 y 300 días para la producción de hortalizas.La destrucción de cultivos por el efecto de las lluvias de diciembre y el impacto que ha tenido en la producción la expropiación de fincas en zonas emblemáticas como el Sur del Lago, afectan la capacidad de pago de los agricultores. 

Las estadísticas de la Superintendencia de Bancos registran que en los dos primeros meses de este año los préstamos vencidos en el sector agrícola acumulan un salto de 18% para ubicarse en mil 802 millones de bolívares. 

Con este incremento 8,3% del total de créditos otorgados a los agricultores tienen problemas de pago versus 5% en febrero del año pasado. 

Si bien la proporción de créditos demorados sigue estando en un nivel manejable crece velozmente y se trata de un sector al que las entidades financieras le han entregado 16,60 de cada 100 bolívares dirigidos al financiamiento. 

La morosidad ha aumentado a pesar de que el Gobierno obliga a los bancos a que los créditos al sector agrícola sean otorgados a una tasa de interés preferencial que, en promedio, el año pasado se mantuvo en 12%. 

El Banco Central emitió una resolución donde establece que la tasa de interés para los créditos agrícolas tendrá como máximo 13% este año. 

El deterioro de la cartera ocurre en momentos en que el Ejecutivo obliga a los bancos a incrementar en 30% el número de personas naturales con créditos agrícolas, una exigencia que de acuerdo con banqueros consultados será difícil de cumplir en un entorno donde la producción cae. 

El desbalance entre la oferta y la demanda ha derivado en que el país sufre un constante incremento en el precio de los alimentos. 

En 2010 el costo de los alimentos aumentó 33,8% en Venezuela, mientras que en Colombia el alza se ubicó en 4,09%, en México 4,9%, en Chile 5,6% y en Brasil 10,39%. 

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