marzo 22, 2011

Lecciones de 8 emprendedores y empresarios jóvenes menores de 23 años


El mundo empresarial cada vez más es para los jóvenes. Una verdadera mina de creatividad y dinero.  En Francia, por ejemplo, el Parlamento acaba de aprobar una ley por la que rebaja a 16 años la edad en la que una persona puede crear una empresa. En Estados Unidos, son ya legión los Allen, los Gates, los Jobs, los Zuckenberg que han levantado verdaderos imperios tecnológicos con 20 años o menos. Recientemente, se publicaba el caso de un adolescente australiano que con apenas 16 años acababa de inaugurar su segundo negocio on line.  En Venezuela, y América Latina, cada vez más los jóvenes desean ser empresarios, según afirma Néstor Borjas, presidente de la Escuela de Empresarios y Emprendedores del Zulia.
Hemos indagado y reunido a unos cuantos emprendedores menores de 23 años, que nos han contado unas experiencias realmente interesantes.
TRES SON LOS RASGOS COMUNES:
- Una motivación a prueba de bomba. La mayoría de ellos afirma que están haciendo lo que realmente les gusta y eso les impulsa en todo momento. Son conscientes de que sólo con su esfuerzo personal conseguirán sacar adelante el proyecto.
- Apoyo familiar. Todos coinciden en haber logrado el apoyo de la familia, por lo menos anímico.
- Inquietud para buscar herramientas. Curiosamente, la mayoría de los casos son suscriptores o lectores de Emprendedores. Pero, además, saben apoyarse en las asociaciones profesionales, organismos y universidades.
PISTAS PARA MADURAR
Contagiados por su entusiasmo, resulta difícil identificar algún riesgo en su peripecia. Sin embargo, creemos que deben tomar por lo menos algunas precauciones. Hemos consultado a dos expertos, Jordi Vinaixa, profesor de ESADE, y Rafaela Almeida, profesora de EAE y socia de la agencia Blanz. Éstas son sus conclusiones:
- La pasión ciega. El entusiasmo desbordante puede llevar a expectativas fantasiosas y poco realistas; ello unido a que la juventud tiende a minimizar los riesgos, el peligro de imprudencia salta a la vista. Es necesario que haya en su entorno alguien, su familia o algún asesor, que ayude al joven emprendedor a imprimir sensatez a su proyecto.
- Falta de formación y experiencia. Es necesaria una preparación tanto personal como profesional y en muchos casos no han tenido tiempo para atesorarla. Ahora bien, esta carencia puede suplirse con cursos especializados o con asesoramiento externo.
Fluff
“En el sector no nos tomaban en serio”
Marta Rueda (23 años) y Alberto Romero (23 años)
¿Qué hacen una psicóloga y un diseñador gráfico juntos? Crear una marca de juguetes con contenido psicológico (muñecos para ayudar a niños con fobias y miedos): “A mí siempre me había gustado trabajar con niños y ya desde tercero de carrera sabía que quería hacer algo relacionado con ello. Coincidió que en aquel momento Alberto tenía que crear una marca para un proyecto para su carrera”, relata Marta Rueda, la mitad psicológica del tándem. Al mismo tiempo, un profesor le habló de unos premios para jóvenes emprendedores en los que sólo hacía falta una idea. “Como ya teníamos en marcha la imagen corporativa para el trabajo de Alberto, lo presentamos y pasamos a la siguiente fase”. Así, lo que en un principio iba a ser una colaboración estudiantil empezaba a tomar la forma de empresa. Era 2008 y tenían 21 años. ¿Sus claves?

-Introducirse en el sector. Tuvieron que aprender a ser uno de ellos. “El sector juguetero es muy cerrado y si no perteneces a ellos desde el principio, eres un extraño”. Por eso, Alberto consiguió una beca para el Instituto Tecnológico de Juguetes.
-Aprovechar los concursos. Además del gana el premio CIADE, fueron seleccionados por Banespyme Orange donde les dieron un nuevo curso de formación.
-Informarse a fondo: Tanto para encontrar el vivero de empresa como para encontrar los fabricantes que necesitaban.


Capeasmadrid.es
“A menudo me dicen eso de ‘consúltalo con tu jefe”
Javier Jover (22 años)
En el caso de Javier Jover todo empezó cuando tenía 16 años y estudiaba 1º de Bachilerato. “Fuimos a una capea y me encantó. Así que cuando acabamos 2º, decidí organizar yo una para los amigos a modo de despedida. Salió muy bien y, a raíz de ésta, un amigo de un amigo me pidió que le organizase la suya y que le cobrase la comisión. Tenía 18 años. Después vino otra y otra. Y ahí fue cuando vi que había una pequeña oportunidad de negocio y decidí organizar la empresa”. Nació entonces Capeasmadrid.com, que ya lleva organizados 35 eventos y que aspira a ser un referente en la Comunidad.  Esta empresa que nació casi al azar no tiene nada de improvisado en su desarrollo. Y ahí sorprende la madurez profesional de Jover. Para empezar, es de los que ha preferido seguir formándose y se ha diplomado en Marketing y Gestión Comercial, y ahora está haciendo un máster en ESIC. ¿Sus claves?

-Estudiar el mercado. “Al principio, dedicaba de cuatro a cinco horas al día a pedir presupuestos, a analizar el mercado, a publicitar la empresa. Fueron momentos duros porque invertías mucho tiempo y esfuerzo y sacabas muy poquito dinero”.
-Buscar alianzas. Ha conseguido establecer una auténtica red de alianzas estratégicas donde él es el elemento integrador entre fincas, proveedores (de cáterin, seguridad, entretenimientos) y clientes. 
-Romper barreras. Por su juventud, “muchas veces no digo que soy el dueño de la empresa y me dicen eso de ‘consúltalo con tu jefe”.


Grupo Viajes Outlet
“Cuando empecé, no tenía ni edad para pedir una subvención”
Jordi Alcáraz (18 años)
En octubre pasado celebró su mayoría de edad con los 59 franquiciados que componen hoy por hoy el Grupo Viajes Outlet, la empresa que creó con 17 años. “Yo tenía claro que quería montar una empresa. No me gustaban los estudios y empecé un módulo de Gestión Administrativa. Sorprendentemente fui la mejor nota de todo el colegio. Comprendí que aquello era lo mío. Además, me gustaba mucho Internet y cada vez que alguien de mi familia o de mis amigos quería hacer un viaje, yo navegaba por la Red hasta encontrar los precios más interesantes. La noticia fue corriendo de boca en boca y cada vez había más gente que me pedía que le organizase sus viajes hasta que un día decidí hacerlo de forma profesional. Así en febrero de 2010 monté una agencia de viajes outlet en un local de Sabadell. ¿Sus claves?

-Buscar asesoramiento. “Lo primero que hice fue pedir consejo a quien realmente sabía sobre la materia. En mi caso, fue un bufete de abogados especializado en el sector turístico. Ellos me han guiado y me han ayudado mucho en todo el proceso”.
-Tomárselo en serio. “Nada más empezar, acudí a un notario para poder ser el administrador de la sociedad, tener propiedades y eximir así de responsabilidades a mis padres.
-Ser prudente. Han crecido muchísimo y ya son 59 agencias y cinco personas contratadas en la central, pero se muestra prudente: “Ahora estamos creciendo mucho  pero también gastando mucho”. Son realistas.


Placeres Ibéricos

“Aprovechamos la oportunidad que surgió”
Carlos García (21 años) y Jorge Dobón (21 años)
Estudian Administración de Empresas: Carlos está en 4º y Jorge, en 5º. Y son de la opinión de que “si te planificas bien, tienes tiempo para todo. Cada vez que se juntaban planeaban montar un negocio juntos, pensaban en algo relacionado con la tecnología, con los móviles, con la electrónica, pero la oportunidad surgió  de la forma más insospechada. “Mi tío acaba de montar una empresa de frutas de cuarta gama y empecé a trabajar de comercial con él. Durante las visitas me di cuenta de que había una posibilidad en la comercialización de ibéricos y aceites que a mi tío no le apetecía. Así que le propuse quedarme yo con la nueva línea y lo hablé con Jorge”. La idea era hacer una primera versión para el mercado nacional, pero pronto decidieron que a medio plazo tenían que dirigirse al mercado internacional y en ello están, contactando con distribuidores internacionales, especialmente en Suramérica y Asia. ¿Sus claves?

-No dejar pasar las oportunidades. Aunque suponga cambiar el planteamiento inicial: “Es cierto que nosotros nos planteábamos otro tipo de negocio, pero las oportunidades están ahí y cuantas más puedes coger en la vida, mejor”. Tampoco pensaban arrancar tan pronto, pero se enteraron de una subvención cuyo plazo acababa en julio y se lanzaron.
-Reconocer el expertise ajeno. “Somos concientes de que nos falta formación y experiencia, por eso tenemos que apoyarnos en otras personas: desde nuestros familiares hasta los propios proveedores y clientes.

Envista.es
“En lugar de irme de vacaciones con mis amigos, me fui a un Centro de Alto Rendimiento Empresarial”
Daniel Furones (21 años)
“Acababa de estudiar Gestión Comercial y Marketing y había trabajado como comercial para algunos de los que ahora son mis socios. Entonces surgió la posibilidad de crear una sociedad que aglutinase tecnología y fotografía en un único proyecto y decidí participar: creí que era el mejor momento, vi la posibilidad y me lancé. Somos varios socios: un fotógrafo, dos diseñadores web y yo como comercial, y ofrecemos un producto diferente a lo que se encuentra en el mercado, juntamos la belleza de la fotografía con la modernidad de las webs”. ¿Sus claves?
-Humildad. “Los grandes empresarios cuando ven aparecer a un chico tan joven, enseguida se ponen a dar lecciones. A veces resulta incómodo, pero hay que tener la suficiente humildad para escuchar y aprender de su experiencia”. 
-Ampliar la formación. Sabe que el mundo de la empresa requiere de una formación continuada. Por eso, el pasado verano, “en lugar de irme de vacaciones me fui a un Centro de Alto Rendimiento Empresarial”.

Homocreativus
“Somos jóvenes pero no tontos”
José Antonio Reguero (21 años)
A los 18 años creó Producciones Essex, una empresa de marketing digital que funciona bajo la marca Homocreativus. La formó con otros tres amigos. Ahora tiene 21 años, estudia 5º de ICADE y sigue volcado en un negocio que se ha convertido en “el mejor reflejo de mí mismo y en uno de mis grandes amores. Si no fuese así, no podría aguantar las palizas que me doy”. Viene de una familia de empresarios y esa influencia ha sido fundamental en su vida. ¿Sus claves?
-Preparar a fondo la estrategia empresarial. “Estuvimos un año estudiando cuál era nuestro público objetivo, qué herramientas podían ser más útiles, sondeando las necesidades de nuestros potenciales clientes, todo ello para desarrollar nuestra estrategia empresarial”.
-Buscar la complementariedad. “Emprender sólo es muy difícil. En mi caso, cada uno de los cuatro amigos aportamos nuestra visión y nuestro conocimiento. Ese tándem es clave para que funcione bien el negocio”.
-Gestionar bien el tiempo. “Hay que hacer todo lo posible para poder compaginar trabajo, Universidad y vida personal”.

Redesip Soluciones Tecnológicas

“A veces despiertas el espíritu paternalista”
José Manuel Ruiz Boyero (23 años)
Después de seis meses trabajando para otros, decidió que había llegado el momento de crear su propio negocio: “Quería poder llevar a cabo mis propias ideas, y llevarlas desde la gestación del proyecto hasta la dirección. La creé en 2008, con 20 años, y durante dos años estuve yo solo. Ahora he formado la sociedad con dos personas que han estado conmigo apoyándome desde el principio”. ¿Sus claves?

-Aliarse para crecer. 

“Tenemos un servicio de productos para pymes que engloba mantenimiento, venta de equipos, líneas telefónicas virtuales. Pero también otros servicios más integrales a través de alianzas o colaboraciones con otras empresas: marketing on line, programación de diseño web... Somos partners de Cysco System”.

-Invertir los beneficios. Empezamos sin financiación, por lo que hemos ido invirtiendo todo lo que obteníamos en seguir trabajando. Cada trabajo financiaba el siguiente. “A mí la edad me ha beneficiado porque de alguna manera despertaba un poco el espíritu paternalista en los demás”, señala.


Clock Tecnology
“He podido contratar a mi madre”
Raúl Santana (23 años)
Este estudiante de Telecomunicaciones tenía 19 años cuando empezó en el mundo de la empresa. Lo recuerda así: “He sido muy chatarrero, siempre andaba destripando las máquinas electrónicas. Entonces un amigo me habló de un cliente que quería tecnología de identificación por radio frecuencia, hablé con él y me hizo un pedido. Mi abuelo me dejó un pequeño trastero y empecé a trabajar. El proyecto salió bien. Me presenté a un concurso spin off en la Universidad y a la vez solicité un despacho en una incubadora de empresas. En septiembre de 2007 creé la sociedad con dos amigos que me habían ayudado mucho y con mi madre”. Hoy la empresa cuenta con 21 empleados y dos naves. ¿Sus claves?
-Crear marca. “Hasta mediados de 2008 nos dedicamos a hacer marca de una empresa tecnológica y para ello no escatimamos esfuerzos ni inversiones”. 

-Diversificar. Cuentan con dos líneas de actividad, la fabricación y el diseño, todo dirigido a la identificación de radiofrecuencia para personas y animales.




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