Correa informó que se han evacuado más de 240.000 personas que residían en las zonas costeras del país y de Galápagos.
Al contrario de San Cristóbal, en la localidad de Santa Cruz, también en el archipiélago, el impacto ha sido "bastante benigno", según las autoridades.
El mandatario dijo que el efecto en Galápagos es un "termómetro" para lo que puede ocurrir en el continente, donde se verán afectadas algunas poblaciones en zonas bajas y podría haber algunas pérdidas económicas, pero no humanas, a su juicio.
En Ecuador está vigente el estado de excepción, decretado hoy por Correa, y miles de policías y miembros de las fuerzas armadas han sido desplegados en el área de peligro para llevar a cabo las evacuaciones.
Correa había dicho que lo más probable era que su país sólo recibiera una "fuerte marejada", en lugar del tsunami que se temió inicialmente.
El mandatario explicó que habrá que esperar unas dos horas para constatar el efecto total del maremoto en Galápagos.
En las zonas costeras las actividades escolares quedaron suspendidas, los enfermos de los centros médicos ubicados hasta a cinco kilómetros de la línea de la playa son llevados al interior y se ha recomendado a los habitantes abandonar sus casas hacia zonas altas y dejar atrás sus bienes, que serán custodiados por las autoridades.
Además, las autoridades cerraron los aeropuertos de Galápagos y de algunas de las provincias costeras, y han pedido sacar embarcaciones de los puertos hasta una distancia de unas cinco millas náuticas, donde no se sentirá la onda.
En su intervención, Correa se quejó de que no hay boyas de control entre Hawai y Galápagos, y propuso que Colombia, Ecuador, Perú y Chile establezcan un programa conjunto de medición marítima en el marco de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para estar mejor preparados para futuros maremotos.
Evacuación en Isla de Pascua
20:00 Horas (hora continental) algunos habitantes de Isla de Pascua comenzaron a darse cuenta de una actividad inusual del mar. Taote Hernández es uno de los isleños que subió hasta Puna-Pau, en la isla, para poder resguardarse en caso de la llegada de las grandes olas.
Telefónicamente y desde ese sector en altura, Hernández comentó a El Mostrador que el agua comenzó a recogerse levemente y que al comienzo fue casi imperceptible”.
Johan Pont también se encuentra en Isla de Pascua y comenta que los habitantes de Rapa Nui creen que las olas podrían llegar a la zona cerca de las 22:00 horas insular –ellos tienen dos horas menos que el continente–. Johan señala que no todos quienes se encontraban en el borde costero evacuaron sus casas. “Hay muchos pescadores cuidando sus botes”, cuenta. Él mismo, dejó a su hijo en casa de sus padres, cerro arriba y se quedó resguardando su casa, cerca de la costa.
Estas variaciones en la isla fueron la primera confirmación para los expertos de que el tsunami está viajando camino al continente. De hecho, los sistemas oceanográficos detectaron que la mayor variación es de 50 centímetros.
Y al cierre de esta nota (22:30 horas) comenzaba a cundir la preocupación en la isla, debido a que ya era evidente que el mar comenzaba a retroceder.
En tanto, TVN pudo constatar que pese a esta situación, no eran pocas las personas que no habían acatado la recomendación del gobierno central de ubicarse en zonas de mayor altura, y continuaban observando la situación en los sectores costeros.

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