Si Chile quiere ser un país desarrollado en 2025, en los próximos 14 años tiene el desafío de duplicar su energía, es decir, poder abastecer con 14.000 megavatios adicionales a los usuarios que los demanden, según Jorge Rosenblut, presidente de Endesa Chile, filial del Grupo Enersis.
"Tendrá que ser capaz de poner a disposición del país la misma capacidad que nos tomó 113 años en desarrollar", afirmó Rosenblut, en su discurso frente a la junta de accionistas 2011.
Destacó que la apuesta es que si Chile logra mantener tasas de crecimiento en torno al seis por ciento anual, se estará equiparando hacia el 2025 el ingreso por habitante que hoy tiene el Reino Unido, en torno a los 35.000 dólares por año.
Sin embargo, Rosenblut advirtió que si Chile espera ingresar a un pleno desarrollo hacia mediados de la próxima década, ello implicará no sólo crecer a un determinado ritmo, sino también haber resuelto muchos de los problemas que todavía le aquejan como país, entre ellos el tema de la energía.
Señaló que en este segmento su compañía se ha centrado en desarrollar una cartera de proyectos eficientes que garantice la disponibilidad de la energía necesaria para el desarrollo y que respeta las políticas de eficiencia energética y de sustentabilidad.
En esta línea Rosenblut destacó a HidroAysén -uno de los megaproyectos que más oposición ha tenido de parte de los grupos ecologistas- como la aspiración hidroeléctrica más importante en la historia del país, debido a su capacidad de 2.750 megavatios.
"HidroAysén no sólo implicará un gran aporte de energía, también lo será en cuanto a la tarea de reducir sustancialmente las emisiones de efecto invernadero, puesto que su puesta en marcha equivale a desplazar siete centrales térmicas del sistema", explicó.
"Este es un proyecto que permite aprovechar un recurso que me atrevo a llamar el petróleo limpio y renovable de Chile", enfatizó.
Sostuvo que HidroAysén tiene claras ventajas en Chile sobre otras opciones de energía por su alto factor de planta, que alcanza a un 77%, cifra muy superior al 50% y 60% que presentan otras energías de bases, y al 18% o 30% de energías con mayor intermitencia como la eólica.
El proyecto, impulsado por la española Endesa y la chilena Colbún, incluye la construcción en el sur de Chile de cinco grandes represas, lo que supondría inundar vastas extensiones de la Patagonia chilena.
Durante esta jornada, en varias ciudades del país, grupos ecologistas se manifestaron en contra del proyecto y frente a la futura resolución que debe tomar respecto del tema la Comisión de Evaluación Amiental (CEA).
De hecho, durante la mañana del martes y mientras el presidente Sebastián Piñera inauguraba la Costanera de la Ciencia en la ciudad sureña de Valdivia, un grupo de unas cien personas gritó consignas en contra de la construcción de la hidroeléctrica HidroAysén.
En Chile, la matriz energética descansa principalmente sobre la generación térmica (de carbón y petróleo), altamente contaminante, que en 2010 representó el 42,3% del total, seguida por la hidráulica (33,8%), la de ciclo combinado (gas natural, con un 23,5%) y la eólica, con sólo un 0,4%. EFECOM
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