Los mandatarios del G8 celebrarán luego de la reunión una cena de trabajo en el restaurante “Le Ciro’s”, donde volverán a hablar de la “primavera árabe”. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su homólogo ruso, Dmitri Medvedev, fueron los últimos líderes del G8 en llegar a la villa Le Cercle. El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, dio inicio a la actual cumbre del Grupo de los Ocho (G8) con la recepción oficial de las demás delegaciones en el balneario galo de Deauville. Los vecinos de Deauville que acudieron al lugar para saludar a los mandatarios celebraron sobre todo la llegada de Obama.
El presidente estadounidense se acercó a estrechar la mano a varios de los curiosos, flanqueado por Medvedev y Sarkozy. También la canciller alemana, Angela Merkel, se detuvo antes a saludar a los paseantes detrás de las vallas.
Los líderes del G8 debatirán hoy sobre la crisis nuclear en Fukushima y la “primavera árabe”, entre otros temas. Se espera que los países del bloque anuncien en la cumbre que se celebra hasta mañana medidas concretas de apoyo a la transición democrática en Egipto y Túnez.
En una rueda de prensa previa a la cumbre, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, anunció que los países de la Unión Europea brindarán ayudas de 1.240 millones de euros (1.750 millones de dólares) adicionales a sus países vecinos en el área del Mediterráneo.
Otros temas de la jornada de hoy son el cambio climático y la cooperación con países emergentes. Por la tarde habrá un encuentro con participantes del llamado “Internet G8″, una iniciativa de Sarkozy para impulsar las nuevas tecnologías.
El presidente galo y su esposa, Carla Bruni-Sarkozy, se reunirán más tarde con los líderes invitados y sus cónyuges. La primera dama norteamericana, Michelle Obama, no viajó, sin embargo, a Deauville y emprendió el viaje de regreso a Estados Unidos desde Londres.
Los Obama realizaron los últimos tres días visitas oficiales al Reino Unido e Irlanda.
El G8 condenó hoy la violencia empleada por el régimen sirio para disolver las protestas de la oposición y exigió al régimen del presidente Bashar al Assad reformas en el país, según se desprende de un borrador de resolución de la declaración final de la cumbre al que tuvo acceso dpa.
Los miembros del G8 dicen que el pueblo sirio no puede ser reprimido por más tiempo y que los ataques mortales a manifestantes y opositores costaron la vida a más de mil personas, informó DPA.
En caso de que las autoridades sirias desoigan ese llamamiento, "consideraremos acciones en el Consejo de Seguridad de la ONU", añade el borrador. Estados europeos ya presentaron un borrador de resolución ante el Consejo de Seguridad para condenar a Siria, pero hasta ahora el apoyo de Rusia, que es miembro del G8, se mantiene incierto.
El presidente ruso, Dmitri Medvedev, que se reunió hoy con el presidente estadounidense, Barack Obama, dijo que Rusia no apoyaría una resolución contra Siria si se parecía a la aprobada contra Libia, con la consiguiente intervención militar.
La Unión Europea aumentó las sanciones contra el régimen esta semana, con una prohibición de viaje al presidente y una congelación de sus activos.
También se espera que el G8 demanda el fin "inmediato" de los ataques por el líder libio Muamar al Gadafi contra civiles y exprese su apoyo a una solución política al conflicto. "Estamos comprometidos en apoyar una solución política que refleje la voluntad del pueblo libio", afirma el borrador.
El G8 también se opone a cualquier plan que contemple la división de Libia. "Debe irse", añade sobre Gadafi.
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