Según Bloomberg, la UE y el FMI podría dar otros 45.000 millones de euros al país en el último intento de evitar el default, donde las necesidades de financiación de Grecia entre 2012 y 2014 ascenderían hasta los 170.000 millones, según las fuentes de la agencia.
Para cubrirlas, se utilizarán estos 45.000 millones en créditos nuevos, alrededor de 57.000 millones que todavía no se han utilizado del rescate del año pasado, 30.000 millones en el proceso de privatizaciones que ha puesto el país en marcha y alrededor de 30.000 millones que vendrían del compromiso de los acreedores de recomprar los bonos que venzan.
Este último punto, el de la participación de los inversores privados en el plan de rescate, es el mayor problema para la Eurozona, ya que las agencias derating podrían declarar a Grecia en default, aunque desde Alemania se ha insistido en la necesidad de la participación privada en el rescate.
Informe de la troika: el rescate es necesario
Tras semanas analizando las cuentas del país helenos, la delegación formada por miembros del FMI, el BCE y la Unión Europea ha elaborado un informe en el que indica que Atenas no será capaz de regresar a los mercados para financiarse en 2012 y que será necesario un nuevo plan de ayudas pronto para que pueda cumplir con sus compromisos.
En el documento, al que ha tenido acceso el diario online Spiegel, se expone que hay alguna evidencia de que "el reequilibrio de la economía está en marcha y que el periodo de contracción más profunda ya ha pasado".
Sin embargo, la troika alerta de que aún se espera un nuevo retroceso del PIB "en la segunda mitad de 2011". "La recesión parece más profunda y larga de lo inicialmente previsto", añade el informe.
Así las cosas, el Gobierno griego lo va a tener difícil para recuperar la confianza de los inversores y la capacidad de financiación del Gobierno griego seguirá sin estar garantizada para el próximo ejercicio, de forma que la única opción que tendrá el país para cumplir con los vencimientos de su deuda y evitar el default es que se active un nuevo programa de rescate. "Dado que la posibilidad de que Grecia regrese a los mercados en 2012 es remota, el plan de ajuste actual es insuficiente", señaló.
Ayer, el ministro de Finanzas germano, Wolfgang Schäuble, proponía un aplazamiento de siete años en los plazos de pago de los bonos griegos. Según estima el alemán, Grecia necesitará 90.000 millones de euros entre 2012 y 2014 para dar cobertura a sus necesidades de financiación.
No obstante, las agencias de calificación rechazan la propuesta de Schäuble. Fitch considera que ampliar el plazo de devolución sería como una suspensión de pagos en toda regla.
Mientras, el gobierno griego estudia hoy su nuevo plan de austeridad para 2012-2015, reclamado para mantener su ayuda financiera, pero muy criticado incluso en las filas de la mayoría socialista.
El programa, endurecido por la presión de los acreedores, la zona euro y el Fondo Monetario Internacional, y que será revisado en detalle hasta la noche en un intento por limar diferencias, debe ser avalado por el consejo de ministros y luego presentado al Parlamento, indicó una fuente del ministerio de Finanzas.
Las medidas fueron presentadas por el primer ministro griego, Yorgos Papandreou. El mandatario busca así reducir la inmensa deuda del país, de cerca de 350.000 millones de euros, y sobre todo demostrar que su país hace los deberes necesarios para obtener un nuevo plan de ayuda.
Por otro lado, los empleados de las empresas estatales, de los puertos y los bancos griegos han iniciado hoy una huelga de 24 horas y los funcionarios públicos y de los hospitales públicos trabajarán sólo cuatro horas en Atenas y Salónica.
Bajo el lema "Rebelarse contra el chantaje de la Unión Europea (UE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI)", la Confederación de Trabajadores de Grecia (GSEE), que tiene 1,5 millones de afiliados, ha convocado a los trabajadores de las empresas que están en lista de privatizaciones a ausentarse de sus puestos laborales.
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