"La única opción es seguir saneando las finanzas públicas de los países europeos y tender a una integración más fuerte de las políticas económicas, empezando por las presupuestarias", añade Yves de Silguy, Comisario de Finanzas entre 1995 y 1999. Asi los padres del euro responden. Lo hacen con dureza y su mirada al pasado es rotunda: "Grecia no debió haber entrado nunca en la zona euro". Aguas pasadas que no mueven molino. Ahora toca mirar al futuro con dos dudas en el aire: ¿Debe salir Grecia de la zona euro? y ¿Deben cambiarse las normas de la fiscalidad europea para prevenir futuras crisis? En ambos casos las respuestas no están tan claras. La UE se sigue moviendo en un mar de incertidumbres.
En una consulta realizada a cinco de los padres de la moneda única que este domingo publica 'El Mundo' todos ellos son claros en que la entrada de Grecia (e incluso de algunos miembros más) en el euro fue un grave error basado más en intereses políticos que en realidades económicas.
"Yo no habría permitido la entrada de Grecia en el espacio euro. La misma respuesta que dimos en 1999 y que pareció entonces tan dura, la habríamos vuelto a dar dos años después si hubiéramos seguido en el gobierno", explica Theo Waigel, ex ministro de Finanzas de Alemania.
Entonces, ¿por qué se permitió? "Grecia fue más incorporada por razones políticas que económicas. El Bundesbank, por ejemplo, no estaba muy feliz con la entrada de Italia en el euro por su elevada deuda. Estas preocupaciones fueron consideradas como secundarias ante la voluntad política de crear la gran Unión Monetaria", sentencia Michele Fratianni, padre ideológico del Euro. En su discurso también deja entrever dudas de que Italia estuviera verdaderamente preparada para dar aquel paso.
¿Debe salir Grecia del Euro?
Grecia forma parte del euro. Aquel error no se puede deshacer volviendo atrás en el tiempo. La duda emerge sobre si la salida actual del país heleno facilitaría la salida de la crisis.
Aquí la respuesta es mayoritariamente no, salvo la excepción del propio Fratianni, quien tiene una visión bipolar del asunto: "Las consecuencias serían dos: o la zona euro mejora rápidamente sus mecanismos o el modelo actual caería por completo".
"En mi opinión no debe salir de la zona Euro -le responde Romano Prodi, ex presidente de la Comisión Europea entre el 99 y 2004- porque tendría consecuencias inmediatas en el resto de países. Desde un punto de vista económico el euro es el mayor negocio que ha hecho Alemania en toda su historia", argumenta.
Todos ellos coinciden en que, de cara al futuro, la Unión debe apostar por reforzar los controles fiscales y endurecer mucho las pruebas de acceso de futuros candidatos, recordando siempre que, pese a estos fallos, "la opción de Europa es de eficacia probada", sentencia Waigel.
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