La Santa Sede emitió el sábado su informe financiero anual. Reportó ganancias de 9,85 millones de euros(14,3 millones de dólares) en 2010 después de una pérdida de 4,01 millones de euros (5,8 millones de dólares) el año anterior y tras pérdidas en 2007 y 2008, por lo que las finanzas del Vaticano regresaron a los números negros luego de tres años de déficit, pero los donativos de los fieles disminuyeron 18% en medio de las crisis económicas y los escándalos de sacerdotes pederastas.
Los ingresos fueron de 245,2 millones de euros (356,1 millones de dólares) frente a gastos de 235,35 millones de euros (341,8 millones de dólares).
En un comunicado, el Vaticano dijo que los resultados mostraron que prosigue una tendencia positiva que comenzó en 2009, pero que luego se vio obstaculizada por los efectos de la crisis financiera global.
Las finanzas del estado vaticano, que se administran por separado, también arrojaron ganancias: 21,04 millones de euros (30,6 millones de dólares), gracias principalmente a la venta importante de entradas a los Museos del Vaticano.
Sin embargo, las donaciones de fieles en todo el mundo, el llamado Obolo de San Pedro, se redujeron a 67,7 millones en 2010, una caída de 14,8 millones de dólares (18 respecto al año anterior. No se dio explicación alguna en el comunicado.
El portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, dijo que los funcionarios de la ciudad-estado creen que las principales razones de la disminución se relacionan con los efectos persistentes de la crisis financiera sobre la capacidad de los católicos de donar, así como al hecho de que dos donaciones de varios millones de dólares cada una en 2009, hechas por personas no identificadas, no se repitieron en 2010.
El escándalo de los abusos sexuales de parte de religiosos podría haber tenido un impacto en los donativos. Europa es tradicionalmente una fuente importante de donaciones después de Estados Unidos.
Decenas de miles de personas, ya sea formal o informalmente, han abandonado la Iglesia católica a raíz de los informes de que algunos sacerdotes abusaron sexualmente de miles de jóvenes y de que varios obispos encubrieron esos delitos.
En Austria, el número de católicos que oficialmente dejaron la Iglesia en 2010 fue de 87.000 personas: un aumento del 64% frente a los 53.000 que oficialmente registraron sus nombres en los patrones eclesiales en 2009. Esos números son fáciles de rastrear en Austria porque los miembros pagan un impuesto eclesiástico, a menos que abandonen formalmente una congregación.
Alemania, donde nació el papa Benedicto XVI, también registra los impuestos eclesiales y también ha visto a miles de personas abandonar formalmente la Iglesia.
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