Venezuela conmemora hoy el bicentenario de la Independencia en 1810 "como un proceso en marcha, basado en la participación popular y la figura de Simón Bolívar", dice el historiador Arístides Medina en una entrevista. Celebrará además con el retorno sorpresivo al país del presidente Hugo Chávez tras una operación por cáncer en Cuba, pero el líder no participaría de manera plena en los festejos. Venezuela fue el primer país en librar la independencia en la América española.
Con un desfile militar y celebraciones callejeras, Venezuela se prepara para su mayor fiesta en años, una que personalmente Chávez se ocupó de preparar por largo tiempo y que muchos creían que iba a ver desde el exterior.
El líder socialista de 56 años regresó el lunes por la madrugada a Venezuela en secreto, justo a tiempo para el bicentenario, después de tres semanas de convalecencia en La Habana que mantuvieron en ascuas al país miembro de la OPEP.
Rodeado de sus hijas y vestido con su uniforme militar, Chávez pidió el apoyo y la comprensión de sus compatriotas en una aparición triunfal en el palacio de gobierno ante miles de venezolanos que lo vitoreaban.
El presidente prometió vencer al cáncer que lo afecta, pero indicó que aún faltan tres etapas en la lucha contra la enfermedad.
Esto, junto a los consejos de sus doctores, podría limitar su participación el martes en las celebraciones, que lo habían inspirado a bautizar con el nombre "Bicentenario" a una cadena de supermercados y a otra de bancos expropiados.
"Creo que mañana (5 de julio) no podré acompañarlos en los actos oficiales pero estaré aquí en el puesto de mando, porque nunca me he ido, siempre estaré con ustedes", dijo Chávez el lunes al llegar al país.
Aunque hasta ahora no han sido revelados detalles sobre la gravedad o el tipo de cáncer que sufre, Chávez se vio en el palacio presidencial delgado, con ojeras y la voz ronca.
La enfermedad regó incertidumbre entre los venezolanos, habituados a la energía de Chávez, sus maratónicos discursos, explosivas declaraciones y su estilo de gobierno de supervisar hasta el más mínimo detalle del país que desde hace más de 12 años se mueve a su ritmo.
Sobre todo cuando se podría generar un vacío político ante la falta de líderes para reemplazar temporalmente o suceder al carismático militar retirado.
"Tendrá que cumplir un régimen estricto de descanso, de recuperación plena. Pero eso no implica, repito, que va a disminuir las acciones del Gobierno revolucionario", dijo el ministro de Relaciones Interiores y Justicia venezolano, Tareck El Aissami.
Su regreso fue un alivio para muchos de sus aliados que pensaban que el mandatario podría haberse quedado en Cuba por meses.
Aunque su aparición pública sirvió para apuntalar su popularidad y el ánimo de sus seguidores, sus palabras no consiguieron despejar todas las dudas.
"Si bien queda claro que el objetivo era reanimar sus cuadros y mantener unidad chavista, este discurso puede no calmar la incertidumbre", dijo el analista local Luis Vicente León.
Bajando el ritmo
El modelo socialista de Chávez se ha caracterizado por un marcado gasto social, nacionalizaciones de industrias desde el petróleo hasta el comercio, y de un crecimiento del aparato estatal.
Con esas jugadas se ha ganado el apoyo de los venezolanos más pobres, muchos de los cuales ahora pueden acceder a servicios médicos gratuitos y a educación. Pero también con sus expropiaciones y volátil carácter ha cosechado el rechazo de inversores y muchos empresarios.
"El regreso de Chávez fue lo mejor lo que nos pudo pasar, sin él no somos nada, sin él en el Gobierno todos nos hundiríamos", dijo Mary Delgado, de 50 años, durante la manifestación de apoyo al mandatario en el palacio presidencial.
Los analistas aseguran que Chávez tenía que volver para demostrar que todavía está a cargo de Venezuela, después de semanas de gobernar a control remoto desde Cuba.
Pero ahora tendrá que tomarse las cosas con calma.
"Sin duda está seriamente enfermo, y surgen importantes preguntas, pero su carisma, la base de gran parte de su apoyo, sigue intacto", dijo a Reuters Michael Shifter, analista del centro de estudios Inter-American Dialogue en Washington.
"Para nosotros la independencia es un proceso que comenzó en 1808 que está totalmente vivo, y que tenemos la obligación de concluir y cerrar", explicó Medina, miembro de la Comisión Presidencial para Conmemoración del Bicentenario de la Independencia de la República Bolivariana de Venezuela.
"Tenemos que reivindicar la acción y el pensamiento de Bolívar porque en estos momentos hay unas grandes fuerzas que quieren mantener la opresión", sostuvo Medina, quien citó a Puerto Rico y a Haití como pueblos que aún siguen sometidos.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, nombró una comisión presidencial compuesta por varios ministros y académicos para coordinar las diversas actividades de celebración del bicentenario de la independencia de España, que data del 19 de abril de 1810, cuando los habitantes de Caracas rechazaron al nuevo gobernador, Vicente Emparan, designado por la Corona española.
Si bien el 19 de abril se considera el grito precursor de la independencia en el país, Venezuela también celebra el 5 julio de 1811, fecha en la que se firmó la declaración formal de independencia de España.
La figura de Simón Bolívar, subrayó Medina, será "protagonista fundamental, no sólo porque condujo el proceso político y militar entre 1810 y 1830, si no porque su pensamiento ha sobrevivido hasta nuestros días".
Simón Bolívar (Caracas, 1873-Santa Marta, Colombia, 1830), conocido como El Libertador, es considerado el Padre de la Patria, al comandar el ejército que consiguió la independencia de la Gran Colombia, que incluía por entonces los actuales territorios de Venezuela, Panamá, Perú, Colombia, Bolivia y Ecuador.
"Por eso criticaron que (el gobierno venezolano) pusiese el nombre de república bolivariana de Venezuela; porque, aún muerto, los pitiyanquis (término despectivo utilizado por los oficialistas al referirse a la oposición) ven en Bolívar un peligro para sus intereses oligarcas", indicó.
El historiador venezolano recordó que existen "al menos 6 países cuya libertad está ligada directamente al pensamiento y acción de Bolívar: Venezuela, Colombia, Panamá, Perú, Ecuador y Bolivia".
Asimismo, este bicentenario busca constituirse como "una fiesta popular, frente a anteriores celebraciones que se basaban en la élite académica", explicó Medina, quien ejerce como presidente del Centro Nacional de Historia de Venezuela.
El historiador criticó la postura de España acerca del bicentenario. Según dijo, España "quiere que las heridas queden atrás, que nos olvidemos del genocidio contra los indígenas y del saqueo de las riquezas de América".
"No tenemos ningún problema en participar en reuniones con España, siempre que se respeten nuestros puntos de vista, y trabajaremos con el mayor espíritu de concordia, pero atendiendo a la verdad histórica", precisó el historiador venezolano.
Entre las actividades programadas por Venezuela, que se prolongarán durante todo 2010, se encuentra un gran desfile cívico-militar compuesto por los pueblos y culturas de América Latina y el Caribe, y diversas actividades editoriales y congresos internacionales, precisó.
Además, Medina anunció dos proyectos cinematográficos: uno sobre la figura del Libertador Simón Bolívar a cargo del realizador venezolano Alberto Arvelo, y una co-producción argentino-venezolana titulada "Canto a la general a la patria inacabada" dirigida por el cineasta argentino Fernando Pino Solanas.
Por otra parte, en una semana se celebrará en Caracas una reunión de los ministros de cultura de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), donde Venezuela propondrá "actuar y opinar como bloque conjunto dentro de los eventos del Grupo Bicentenario", precisó Medina.
El Grupo Bicentenario es una instancia multilateral creada para promover y organizar la conmemoración conjunta de los procesos de independencia desarrollados en Latinoamérica hace doscientos años, que comienzan este año en Bolivia y Ecuador, y proseguirán en 2010 en México, Argentina, Venezuela, Colombia y Chile.
China celebra Bicentenario de Independencia de Venezuela
La embajada de Venezuela en Beijing, la capital china, celebró este martes el Bicentenario de la firma del Acta de la Declaración de Independencia del país suramericano, conmemoración que incluyó actos de ofrendas florales a los próceres Simón Bolívar y José Martí.
La ceremonia de celebración estuvo encabezada por la embajadora venezolana en China, Rocío Maneiro. Asistieron epresentantes diplomáticos latinoamericanos y de otros continentes.
Durante el acto se realizó presentación de un número único de una revista en chino que contextualiza el momento histórico de la celebración por el Bicentenario de Venezuela.
El ministro asistente chino de Relaciones Exteriores, Zhang Kunsheng, indicó a la agencia de noticias Prensa Latina que la celebración por la fecha Patria venezolana se realizó con la satisfacción de saber que los nexos bilaterales se encuentran en su mejor momento.
“La efeméride es motivo de alegría no solo para el pueblo venezolano y el resto de América Latina, sino también para los más de mil 300 millones de habitantes de este país (China)”, dijo Zhang
Señaló que el presidente chino, Hu Jintao, envió un mensaje de felicitación a su homólogo venezolano, Hugo Chávez.
El día comenzó con los ascensos de integrantes de la agregaduría militar del país bolivariano en China, seguidos por las ofrendas de coronas florales, civiles y militares a los bustos de Bolívar y Martí, que ocupan un lugar privilegiado junto al del héroe ecuatoriano, Eloy Alfaro, en el céntrico Parque Chaoyang de Beijing
Después, el cuerpo diplomático latinoamericano en China, acompañado de Zhang, asistieron a una recepción conmemorativa del Bicentenario.
Maneiro y los embajadores del Grupo de Países Latinoamericanos y del Caribe (Grulac) hicieron juntos la ofrenda floral a Bolívar, seguida de otra por la agregada de Defensa de Venezuela, Capitana de Navío Ana Suárez Pacheco, junto al Agregado de Defensa de Chile, Coronel Julio Morales.
Un poco de historia
El jueves 17 de abril de 2008 se creaba la Comisión Presidencial para la Conmemoración del Bicentenario de la Independencia de la República Bolivariana de Venezuela, con el fin de programar los eventos que tendrán lugar entre el 19 de abril de 2009 y el 5 de julio de 2011.
Fue en 1498, cuando Cristóbal Colón en su descubrimiento del Nuevo Mundo avistó Venezuela por primera vez. La ocupación española, que se fija apróximadamente entre el inicio de la conquista en 1510 y el principio de la época de independencia en 1810, se ve contestada por el sentimiento de independencia del pueblo venezolano que entre 1810 y 1821 lleva a cabo el proceso emancipador, para materializar la ruptura con el Imperio Español, este momento emancipador trascendental y definitivo para la independencia de Venezuela es objetivo de exaltación dentro del programa bicentenario. El deseo de independencia se inscribe en un siglo en él que las ideas de la Revolución Francesa, la Ilustración, el Enciclopedismo, introducidos a la provincia de Venezuela por la Compaña Guipuzcoana (encargada del comercio de frutos, cacao y tabaco) que encontraron su auge en Caracas, se unen a eventos históricos que motivan este sentimiento emancipador, tal como la Independencia de los Estados Unidos de América, y un contexto político propicio, con el reinado de José I Bonaparte de España.
Así pues, el 19 de abril de 1810, mientras Napoleón invade España, los miembros del Cabildo de Caracas, actúan en nombre de Fernando VII, contra José I, y establecen una serie de juntas que defienden los valores del rey depuesto, además de intentar obtener el respaldo de ciertas naciones con el envío de delegaciones diplomáticas. Se trata de la primera organización autónoma tras tres siglos de colonización, que ofrece a los patriotas el camino para prender la chispa revolucionaria en el resto del pueblo. Gracias a esto último, la firma de la Declaración de Independencia así como los avances republicanos, provocan el estallido de la guerra de Independencia. De esta forma Venezuela se convierte en el primer país iberoamericano en proclamar su libertad. Fueron Gual, un militar y político venezolano, y José María España, liberal forjado en la masonería, que en 1797 abrieron camino al proceso de emancipación a través de una conspiración fallida de derrocar el dominio colonial español, y establecer una República. Se comenzaba a sentir el descontento de los criollos ligado al escaso acceso permitido por la Corona a cargos administrativos de más prestigio. Sin embargo los venezolanos tuvieron que esperar al año 1806 a la expedición libertadora del Generalísimo Francisco de Miranda llevada a cabo desde Nueva York, con una visión de expandir las independencias al conjunto del continente. Con sus tres barcos el general intentó varios desembarcos hasta llegar al puerto de la Vela de Coro, localidad en la que la bandera tricolor venezolana se izó por primera vez. Pero el proceso de independencia venezolano no resultó tan fácil, la población huyó y Mirando se vio obligado a refugiarse en Inglaterra desde donde prosiguió promoviendo la independencia en el continente latinoamericano.
La independencia venezolana empezó a ver la luz, con el movimiento revolucionario y popular de Caracas el jueves 19 de abril de 1810, en reacción al nombramiento de Vicente Emparan como gobernador de la ciudad en representación de José I de España. El 2 de mayo de 1810 se instala el primer Congreso de Venezuela que oficializa la Primera Republica e inicia la Guerra de Independencia. El sentimiento de independencia se vio ilustrado con la redacción y firma del Acta de la Declaración de Independencia el 5 de julio de 1811, redactado por Juan Germán Roscio, que explica y declara la independencia de siete provincias españolas pertenecientes a la Capitanía General de Venezuela. La Sociedad de Agricultura y Economía fue la principal actriz, con la colaboración de Bolívar y Miranda, en promover el separatismo de España y en ejercer una presión sobre el Congreso para obtener la independencia. En este sentido, el bicentenario pone de relieve estos dos eventos fundamentales para la independencia. La figura de Bolívar, "Libertador de la Gran Colombia y padre de la Patria", que insistió en la construcción de una unión política y económica a través de la Gran Colombia: Ecuador, Nueva Granada, Venezuela, Panamá y Perú es un eje principal de las conmemoraciones que gozan actualmente de su legado ideológico.
Tras el fracaso de la primera Republica el exilio de los líderes independentistas, permite organizar a través del Manifiesto de Cartagena por Bolívar, el futuro de los países que forman la Gran Colombia. Es durante el año 1813 en el contexto de la "Campaña admirable", que Santiago Cariño y Simón Bolívar persisten en dos frentes, el de Oriente y el de Occidente respectivamente. Bolívar conquista Caracas, y el Libertador promueve la guerra a muerte, justificando el exterminio de los españoles que no colaborasen en la independencia venezolana. La batalla de Maturín acaba con la Segunda Republica, en 1814, y finalmente los realistas son derrotados. El derrumbe de las dos Repúblicas se debe en parte a la falta de consideración de los intereses de las clases no dirigentes. En 1815, Bolívar lanza desde Haití, dos invasiones que lograron emprender la liberación de la parte oriental del país, así como el establecimiento en Tierra firme para permitir el triunfo de la República. En su Carta de Jamaica, Bolívar expresa su deseo de implicación por parte de Gran Bretaña en el proceso de independencia americano. El intento de ofensiva a Caracas lanzado por Bolívar desde Barcelona en 1816 fracasa con la derrota de Clarines en 1817, lo cual obliga a Bolívar a partir a Guyana. En 1819 Bolívar establece el Congreso de Angostura, mientras que se proclama Libertador y lanza la Campaña Libertadora de Nueva Granada, que sigue en manos de los realistas. Tras varias batallas, el 17 de diciembre de 1819 se declara la Unión de Venezuela y Nueva Granada y nace la República de Colombia. Es en 1820 que el general español Pablo Morilla, tras seis años de guerra, firma con Bolívar un armisticio y el Tratado de Regularización de la guerra, redactados por Antonio José de Sucre, y que dieron lugar al cese de las hostilidades. No obstante, al vencer el armisticio el 28 de abril de 1821, los dos bandos se movilizan, lo que culmina en la Batalla de Carabobo el 24 de junio de 1821, que se salda con la victoria colombiana, que promueve la toma de Caracas y el resto del territorio a manos de los realistas, materializándose con la Batalla naval del Lago de Maracaibo el 24 de julio de 1823 y la toma del Castillo de San Felipe de Puerto Cabello. El 5 de agosto el último oficial al servicio del Rey de España abandonó territorio venezolano, ilustrando así la independencia de Venezuela.
Sin embargo, el bicentenario de las independencias americanas es percibido en Venezuela, como un proyecto no acabado, y en cuya celebración el protagonismo del pueblo debe ser esencial para que los actos vayan más allá de lo meramente oficial, fomentando así un verdadero sentimiento bicentenario. Se promueve una superación de los paradigmas hegemónicos hacia un mayor pragmatismo que fomente el desarrollo de una memoria colectiva. El pasado 19 de abril, con motivo del 199 aniversario de la primera pincelada en el lienzo de la independencia, el ministro del Poder Popular para la Educación presidió la izada de la Bandera Nacional en el Panteón Nacional lanzando así la celebración, mientras que el alcalde del municipio Libertador, inauguró el Arca que conserva el Libro del Ayuntamiento de Caracas.
El ministro del Poder Popular para la Cultura, Héctor Soto, señaló: "durante tres años tendremos muchas actividades y las hemos clasificado en cinco categorías, eventos y congresos tanto nacionales como internacionales, publicaciones de diversos tipos, audiovisuales, obras de infraestructura y una serie de concursos y certámenes con el fin de incluir al pueblo en esta gran fiesta popular".
Las actividades comprenderán un desfile entre los pueblos de América latina y el Caribe, así como congresos internacionales y actividades territoriales. También, dos producciones cinematográficas tendrán cabida en esta conmemoración, que se adapta a los instrumentos mediáticos actuales, una sobre el Libertador Simón Bolívar por el productor venezolano Alberto Arvelo, y una coproducción argentino-venezolana "Canto a la general a la patria inacabada" dirigida por el cineasta argentino Fernando Pino Solanas. En el plano político, se celebrará una semana de reuniones entre los ministros de cultura de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA).
En el marco de esta popularización del evento bicentenario, se proyectó "El retorno de Miranda" en todas las salas de Cinemática Nacional el 19 de abril de este mismo año, el 17 de abril se llevó a cabo una visita guiada de los lugares emblemáticos de la ruta del 19 de abril, igualmente se lanzó una convocatoria pública para crear la letra del himno oficial del grupo bicentenario. Paralelamente, se multiplican los concursos como eje de motivación y de promoción de la conmemoración. En un impulso de producción cultural con el motivo de fomentar la lectura infantil y adolescente, se propone un concurso para la redacción de textos históricos de Venezuela. En este sentido, se abren debates reflexivos sobre los grandes ejes de la independencia, como el concurso lanzado por el Centro Nacional de Historia, el Instituto del Patrimonio Cultural, y los Gabinetes Estadales del Ministerio del Poder Popular para la Cultura, sobre ideas para simbolizar la batalla de Carabobo. En el plano musical, se busca favorecer la participación de músicos y compositores en la elaboración de la Marcha del Bicentenario.
Cabe destacar el simbolismo que emana la figura del Libertador que protagoniza en las conciencias colectivas estos eventos conmemorativos. El poema de Eugenio Montejo "Nostalgia de Bolívar", contiene la esencia de lo que para muchos es el espíritu bicentenario, "Adentro de nosotros Bolívar se desborda". El pueblo venezolano se enfrenta por tanto a un reto histórico, que es el de concluir el lienzo que estima inacabado, definiendo de nuevo su identidad como nación, en el seno del multiculturalismo latinoamericano, y reviviendo así el alma del Libertador doscientos años después, en un contexto geopolítico complejo que invita a reflexionar acerca del proyecto futuro que los pueblos latinoamericanos desean emprender.
(Reporte adicional de Deisy Buitrago, Mario Naranjo, Pascal Fletcher, Girish Gupta y Andrew Cawthorne. Editado por Carlos Aliaga
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