El dicho que las crisis son oportunidades está plenamente demostrado -entre otros aspectos- por lo que ha estado aconteciendo en los países capitalista que gozan de un sistema democráticos que –aun cuando sus gobiernos no siempre han dado muestra de eficiencia y de rapidez para corregir las desviaciones que se producen en el manejo de las variables económicas y tardan en tomar las decisiones necesarias, sin embargo tiene las ventajas que bajo presión de las circunstancias y de la opinión pública se ven obligados a actuar. No ocurre lo mismo con los regímenes personalistas o autocráticos y menos aun con los dictatoriales de cualquier signo, porque en esos sistemas se ahogan las instancias que les son contrarias y terminan por persistir en sus proyectos, usando la fuerza -bruta- que le da la usurpación de los Derechos Fundamentales del Hombre, con lo cual violentan las puertas para invadir a todos los Cuerpos del Estado e incluso utilizar la fuerza pública para reprimir y suprimir a quien consideran sus contendores como enemigos políticos.
Los ejemplos del pasado reciente demuestran que finalmente la fuerzas que se liberan en los pises capitalistas democráticos han logrado sacar provecho de los errores cometidos por los gobernantes que en determinada circunstancias -bajo la presión de los eventos- toman decisiones para rectificar y enfrentar los problemas; y además, a través de procesos democráticos se producen cambios de gobiernos que pueden enderezar el rumbo de las políticas públicas, manteniendo la libertad y el respeto a la propiedad y reforzando el libre mercado con normas regulatorias necesarias, para no apagar el motor insostituible de la iniciativa privada, que es el que garantiza continuar en la senda del progreso. Que todo esto, no funcione a la perfección, porque no se tomen o no se actúe con el rigor que se requeriría, no invalida los esfuerzos y menos resultados alcanzados porque el sistema democrático tiene la particularidad que mantiene los principios que el progreso social es indispensables y que el sistema tanto político como económico debe ser perfeccionado; y la experiencia nos enseña que se alcanzan mejores resultados manteniendo relaciones, los mas armoniosas posible, tanto entre las fuerzas sociales en los respectivos países, como con la comunidad mundial que se hace siempre más globalizadas. En cambio, los regimen totalitarios persisten en sus errores porque su propósito es mantenerse, a toda costa, en el poder al margen de las condiciones sociales de sus pueblos; regímenes que terminan por disolverse dejando unos rastros de pobreza y atrasos. El dicho de W. Churchill que la democracia es el menos malo de los sistemas políticos es una realidad que no puede ser desconocida a la luz de las ventajas alcanzadas por los países que han disfrutado de un sistema democrático, plural y alternativos, en comparación a los desastres de los sistemas que someten a sus pueblos a ser esclavos de sus proyectos ideológicos o peronalista.
Sin embargo, pareciera que la crisis actual del sistema capitalista, está produciendo un aire de alivio para los anticapitalistas porque consideran que con los avances China comunista llegara a ser una poderosa fuerza que dominara al mundo y que será de auxilio para el resurgimiento del comunismo como solución de los países explotados por el capitalismo. Estos señores pareciera ignorar que con la Segunda Guerra Mundial con la victoria sobre el fascismo y el nazismo, en los países de la esfera capitalista se genero el milagro de la recuperación económica y social bajo el sistema capitalista democrático, mientras en el área de influencia del imperio de UNION SOVIETICA las restricciones propias del régimen comunista hicieron imposible la transformación de sus economía estatizada, lo cual finalmente termino por no resistir a la presión que generaba el progreso dentro del capitalismo cuyo efectos traspasaron las barreras que se habían erigidos entre los dos sistemas, y finalmente el sistema comunista en 1985 con la PERESTROIKA, que no fue otra cosa que el inicio de un proceso de reformas, basados en reestructuración de la economía para impulsar el desarrollo que se encontraba sumido en la corrupción y el atraso; hecho trascendental que movió el piso a todo el sistema y que impulso a los países del este europeo, que habían estado desde el final de la segunda guerra mundial, bajo el yugo soviético a tumbar en 1989 el muro de Berlín construido por KRUSCHEV en 1961 para tratar de evitar el escape de las poblaciones del este europeo hacia el oeste, el cual mantuvo por 28 años el bloqueo que fue la demostración de la incapacidad del sistema comunista de satisfacer las mínimas necesidades de las poblaciones. Barrera que ocasiono miles de muertos en el intento de evadir el cerco en la búsqueda de mejores futuros.
Por otra parte quienes se iluden que CHINA comunista pueda llegar a dominar el mundo no se dan cuenta que los resultados alcanzado se deben a que ellos están adoptando al sistema capitalista y que sus logros no son fruto del comunismo; tampoco quieren ver que esto se deben a que con el control que aun mantienen sobre el país entero, están logrando grandes avances en el mercado mundial por el empleo de mano de obra de una forma que sería imposible adoptarlas en el mundo occidental desarrollado, porque el nivel de vida, consecuencia de las contrataciones colectivas y las demás mejoras sociales, se han logrados cambios positivos que son irreversible que ni se lo sueñan la inmensa mayoría de los chinos que no son parte del explotador desarrollo del sistema de producción empleado en los sectores industriales, los cuales con los bajos costos de la mano de obra y con una manipulación de medidas monetarias y cambiarias le permite competir con las producciones industriales de los países en los cuales el estándar de vida promedio de la población no es comparables al bajo promedio chino. Podemos concluir que en estos momentos CHINA comunista está adoptando el tipo de capitalismo explotador de la revolución industrial del siglo dieciocho, mientras en el área desarrollada del mundo occidental estamos en la etapa de la post industrialización del siglo veintiuno. También hay que tomar en cuenta que los logros de CHINA no son producto de la transformación de su economía sino una apertura manejada políticamente con lo cual hay que tomar en cuenta que, más avanzan más se amplían las expectativas de aquellos que están rezagados en las zonas deprimidas del país, que representan nada menos que más de mil millones de personas que día a día, consecuencia de la apertura al sistema capitalista y con el flujo de informaciones que -aun cuando traten de restringirlos- terminar por presionar incluso por los efectos de la globalización e -inexorablemente- las limitaciones no podrán resistir por mucho tiempo y el resultado será que el país llegara a ser más capitalistas y no a la inversa, con todas las consecuencias sobre el poder político central y ese será el desafío del pueblo chino para lograr la verdadera transformación hacia la plena libertad..
Como conclusión podemos afirmar que no es que el comunismo está avanzando sino que es el capitalismo que toma más espacios en mundo y que los avances movidos por deseo de alcanzar mejoras sociales y con libertades políticas, son –con sus defectos- el testimonio del triunfo del sistema capitalista democrático sobre el totalitarismo comunista porque ha fracaso en su intento de lograr mantener bajo su yugo los países que de acuerdo los Acuerdos de YALTA en 1945, las dos grande potencia se repartieron las esferas de influencia; hay que admitir que de los paieses comunista solo quedan unos esperpentos que pretenden perpetuar las experiencias retrogradas de aquellos que ya han entrado en razón. Esperamos que, más temprano que tarde, se despeje las incógnitas que se ciernen sobre Venezuela y esa locura en la cual hemos caído termine, para comenzar la reconstrucción del país y con nuestros esfuerzos volvamos a ser parte de las naciones que progresan en libertad.
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