Miguel Muñoz
No 145
Yo voto por la recuperación de la economía. Habría que estar “tostao” para no hacerlo. Quienes no quieran que aquí se produzcan más bienes y servicios, que haya mas empleo, y que la inflación sea controlada, no deberían existir en este país. Sin embargo, existen. Y son muchos. Y están en la filas del Gobierno… ¿Y quiénes son? Todos aquellos que obstinadamente se resisten a realizar los cambios necesarios. Son lo que se empeñan en mantener una baja estimulación a la rentabilidad nacional y que por el contrario, favorecen las importaciones, limitando y obstaculizando, la creación de nuevas empresas y nuevos puestos de trabajo nacional. Son los que en vez de promocionar la iniciativa privada y la libre empresa la coartan con controles de precios, de acceso a las divisas, expropiaciones y no digo más… Aquí se pierde mucho tiempo. Durante varios años tuvimos incrementos promedios anuales del precio del petróleo, por encima del 20%, y superamos la barrera de los 100 dólares por barril, y no hicimos lo que teníamos que hacer en su debida oportunidad. Ahora estamos esperando a que haya nuevos aumentos y se recuperen a precios de la crisis, lo cual es una majadería sino se tienen planes concretos de desarrollo… Otra manera de perder el tiempo. Dice Carlos Kasuga en la conferencia “Los aspectos mas importantes de la cultura empresarial japonesa” dictada en la primera convención nacional de emprendedores universitarios de México, que uno de los valores fundamentales es la honestidad, puntualidad y respeto y lanzó un ejemplo: “aquí están cerca de 600 personas. Si el conferencista llega 10 minutos tarde, estamos perdiendo 6.000 minutos en esta nación. Por eso no se puede jugar con el tiempo y menos con el tiempo de las demás personas”… Otra manera peculiar de perder el tiempo. Es cuando el conferencista agarra un micrófono y está tres o cuatro horas hablando de lo mismo, y tiene a sus líderes de departamentos oyendo la sempiterna cantaleta que en vez de crear flujos positivos en la comunicación, solo crean dispersión y barreras… Tampoco se aprovecha el tiempo. Cuando, por ejemplo, el presidente de la empresa, o el gerente, a pesar de que tiene a sus trabajadores todos los días del año, no conversa con ellos acerca de las metas y los objetivos de la empresa y sobre las bondades o dificultades del entorno, y sobre sus condiciones laborales en cuanto al ambiente, instrumentos y equipos de seguridad, y sobre los ofrecimientos y peticiones en los contratos de trabajo, por ejemplo, recompensas por incrementos de la productividad o por reducción de la tasas de errores, o conversar sobre aumentos de salarios competitivos con el mercado… Votar por el crecimiento económico. Implica, apoyar por parte del Ejecutivo a los que tienen ideas de negocios para hacerlas realidad; ayudar a desarrollar habilidades a lo empresarios que existen, para que mejoren sus habilidades administrativas y hagan sus empresas mas productivas que les permita insertarlas en nuevos mercados; enseñar a los informales a estructurar sus planes de negocios para ir hacia la formalidad; enseñarles sobre el mapa de alternativas de financiamiento para nuevos proyectos, adquisición de activos, capital de trabajo y desarrollos tecnológicos… No copiemos, pero sí aprendamos. Allí estas alguno vecinos, para no nombrar a ninguno que están mejor que notros, y ¿saben por qué? Porque el Estado, actuando con sentido común, con una visión moderna y humanista y en alianzas con sus empresarios y trabajadores votaron por el crecimiento de sus economías…
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