El informe de la Organización Internacional del Trabajo sobre la Evolución del Empleo en América Latina indica que hubo algunos avances en esta materia en los años previos a la crisis financiera internacional, desatada a finales de 2008.
Menciona que gracias al crecimiento económico de la región se redujo la tasa de desempleo con miras a lograr la meta para 2015: tener empleos decentes.
"La tasa de desempleo tuvo una tendencia significativa a la baja al pasar de 11,2% en 2002 a 7,3% en 2008, pero volvió a crecer a partir del último trimestre de 2008 debido a la crisis económica", dice el documento.
La OIT sostiene que el desempleo abierto urbano subió a 8,1% al cierre de 2009, lo que equivale a cerca de 18,1 millones de trabajadores sin empleo en Latinoamérica, 2,2 millones más que en 2008.
El documento detalla que en los países del Cono Sur, el desempleo más alto se registró en Chile con 1,9 puntos porcentuales y se colocó en 9,7%. La única disminución se produjo en Uruguay, en 0,2 puntos porcentuales, al variar de 7,9% a 7,7% en 2009.
En la subregión andina los aumentos más significativos fueron en Bolivia, Colombia y Ecuador z7,9%, 13,0% y 8,5%, respectivamente-, mientras que en Perú la tasa de desocupación se mantuvo en 8,4% y en Venezuela en 7,8% al cierre del año pasado.
En lo que respecta a Centroamérica el informe destaca el incremento en Costa Rica y Panamá en 2,8 y 1,4 puntos porcentuales. En México la tasa de desempleo pasó de 4,9% a 6,6% en 2009.
La OIT proyecta que el desempleo para 2010 se sitúe en 7,8% en la región, lo que representa una mejora en comparación con 2009. "Todo dependerá del desempeño de la actividad económica, debido a que la recuperación del empleo ocurre tiempo después de la reactivación de la producción".
Durante la crisis económica, la mayoría de los países experimentó un aumento del desempleo tanto para los hombres como para las mujeres, dice el documento. Indica que la desocupación femenina sigue siendo 1,4 veces superior a la masculina, pese a que el desempleo tuvo más impacto entre los varones.
El director general de la OIT, Juan Somavia, afirmó que el empleo decente implica suficientes puestos de trabajo para responder a la demanda de la población, pero también es un requisito indispensable que sean productivos y de calidad, y que los trabajadores sin importar el género tengan garantía de condiciones de libertad, igualdad, seguridad y calidad humana.
"Hago un llamado a los gobiernos, a los empleadores y a los trabajadores a que aprovechen la oportunidad para avanzar hacia el objetivo del trabajo decente. Éste es un desafío al que no podemos renunciar y con el que todos debemos sentirnos comprometidos, así lo están exigiendo los pueblos de este continente", expresó Somavia en la 17ª Reunión Regional de la OIT llevada a cabo en Santiago de Chile.
Destacó que si los países latinoamericanos y caribeños no hubieran tomado medidas para contrarrestar los efectos de la caída de la economía, las incidencias sobre el empleo habrían sido mayores.
La OIT refrenda el análisis de la Cepal y sostiene que las condiciones económicas serán favorables para la región en 2011, lo que permitirá crear más empleos.
"La tasa de desempleo urbano ha estado evolucionando favorablemente a la baja en 2010, pese a que en la región persisten desafíos importantes en materia de empleo en el sector informal y en mejorar la productividad laboral", sostuvo.
Al cierre del primer semestre de 2010 la tasa de desempleo se situó en 7,9%, es decir por debajo del 8,6% que se registró en igual período de 2009 y se espera que baje aún más al término de este año, según la OIT.
Ingreso de los trabajadores
El informe Mundial de Salarios presentado por la Organización Internacional del Trabajo refleja que hubo una desaceleración del crecimiento de los salarios entre 2008 y 2009, lo que significó una reducción a la mitad de los ingresos de los trabajadores. Mientras en 2007 los sueldos reales a escala global crecieron a una tasa de 2,8%, en 2009 subieron 1,6%.
Sin embargo, en América Latina la historia es otra. Manuela Tomei, directora del Programa sobre las Condiciones de Trabajo y Empleo de la OIT, señaló que 80% de los países de la región registró un alza de las remuneraciones mínimas a sus trabajadores, como una medida para mantener el poder adquisitivo y reactivar el consumo interno.
La crisis económica mundial incidió en las exportaciones de materias primas desde América Latina hacia los mercados desarrollados, agregó. Los países tuvieron que manejar una economía en recesión con pocos ingresos por la reducción de las ventas externas de sus productos. La solución fue estimular la demanda interna con el incremento del salario mínimo, pero sin que esto significara un sacrificio para las empresas y pusiera en riego la estabilidad laboral.
La Organización Internacional del Trabajo considera que las políticas adoptadas por América Latina fueron acertadas. "La mayoría de los países de la región se benefició de una caída de la inflación, que le permitió hacer los ajustes de salarios por encima del aumento de los precios y se recuperó un poco el poder adquisitivo", expresó Tomei, El reporte mundial de salarios de la OIT destaca que Bolivia, Colombia y Ecuador aplicaron aumentos similares a la inflación registrada. Brasil fue el país más osado y realizó un incremento muy superior a los precios. Chile, Costa Rica y Uruguay registraron alzas del salario mínimo por encima de la inflación entre 1 y 3 puntos porcentuales. Mientras que Venezuela aplicó un incremento significativamente inferior a la inflación.
Señala que economías como la de Chile, Costa Rica y Uruguay se beneficiaron de una caída de la tasa de la inflación.
En Venezuela persisten los altos precios, lo que absorbe cualquier aumento salarial.
"Notamos un incremento del salario mínimo bastante inferior en comparación con la inflación vigente. Venezuela es uno de los países que está fuera de la tendencia de América Latina", expresó Andrés Marinakis, especialista de empleo de la oficina subregional de la OIT, con sede en Chile.
La inflación promedio en Venezuela entre mayo de 2008 y mayo de 2009 fue de 27,7% y el salario mínimo en ese período fue elevado en 10%.
Los trabajadores venezolanos afrontaron el año pasado alzas de precios, en promedio, por encima de 30,4%, que le restó poder al aumento del salario mínimo recibido.
Es importante que los países trabajen para reducir la economía informal y cumplir a cabalidad con los aumentos del salario mínimo que compensen los incrementos de precios.
"Hay países como Costa Rica donde se fiscalizan las empresas para cumplir con la ley, que establece un piso mínimo en los salarios de los trabajadores", refirió.
Contratos colectivos
Los especialistas de la Organización Internacional del Trabajo mencionan que en países donde se discuten contratos colectivos, los incrementos salariales han sido más altos.
"La política de remuneración mínima y la negociación colectiva contribuyeron al mantenimiento de la capacidad de compra de los salarios, y de esa manera a mantener el dinamismo del consumo interno en muchos países", indica el informe.
Agrega que en materia de fijación del salario mínimo durante la crisis económica, en las naciones latinoamericanas predominaron los aumentos cautelosos. Por un lado, permitieron recuperar el poder adquisitivo de los trabajadores y, por el otro, el incremento fue moderado y evitó poner en peligro la operatividad de las empresas y la estabilidad del empleo.
"Tanto la política de salario mínimo como la negociación colectiva habrían contribuido al mantenimiento de la capacidad de compra de los salarios, y de esa forma a mantener el dinamismo del consumo interno. Se ha demostrado una preocupación por preservar el empleo, así como la sustentabilidad de las empresas en un contexto de crisis", dice.
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