enero 01, 2011

5 aprendizajes del año 2010

La relevancia de un evento micro no deja de ser menos importante porque no fue vivido por otros.Pero, hay eventos que son experimentados por muchos a la misma vez y eso lo hace más notable. Sea en el ámbito económico, político, social, cultural, científico; sea dentro o fuera de Venezuela, más de uno vivió la misma experiencia.
Veamos estas cinco aprendizajes que nos dejó el 2010:
  1. Las crisis económicas afectan más a los menos preparados. El tema de la alta inflación y el desempleo unido al empleo informal sigue siendo el tema económico número uno, para los venezolanos. Cierto que el desacierto económico del gobierno ha llevado la inflación a límites de alta preocupación y afectación del bienestar del venezolano. Con relación al desempleo, lo cierto es que en aquellas personas  con menos educación universitaria el desempleo es considerablemente más alto que en aquellos que sí la tienen. Otro elemento importante de estas experiencias es que aquellos con gastos más flexibles es más fácil de adaptarse a una bajada de ingreso o tomar un trabajo menos remunerado que aquel con gastos fijos y altos.
  2. ¿Experiencia? Estar entrenados y tener un estado financiero flexible aumenta la probabilidad de "sobrevivir" en un ambiente de alto desempleo.
  3. El nivel de endeudamiento cuenta. Miremos Grecia, Irlanda, Portugal, España, incluso Estados Unidos. Este año el tema del exceso de endeudamiento ha tomado primera plana y nos muestra una vieja realidad: cuando estás muy endeudado sufres más en una caída económica que aquel que no lo está. Los dependientes del gobierno sufren cuando el mismo gobierno tiene que hacer ajustes para poder tener acceso al crédito; las compañías sufren ante una caída en las ventas cuando dependen del crédito; y consumidor endeudado sufre también.
  4. ¿Experiencia? Aunque hay un debate de cuánto es el máximo tolerable, lo cierto es que un alto nivel de endeudamiento es más negativo que positivo.
  5. Nuestros líderes políticos también se equivocan. El llevar a endeudar al estado y no prepararlo cuando vienen las vacas flacas es una irresponsabilidad de nuestros líderes. Y a veces las soluciones son peor que la enfermedad. Se cree que endeudando al gobierno o creándoles cargas impositivas a los ciudadanos o tomando medidas de devaluación de la moneda para incentivar la economía es siempre la mejor decisión. El punto es que no podemos asumir que nuestros dirigentes toman la decisión correcta en todo momento.
  6. ¿Experiencia? Tenemos que estar vigilantes de su trabajo y que no podemos permitir que el gobierno se endeude irresponsablemente o tome decisiones económicas abiertamente equivocadas para después nosotros terminar pagando la factura en forma de impuestos o regulaciones innecesarias.
  7. El pobre puede ser rico como el rico puede ser pobre. Un tema que se tocó mucho este año fue la aparente separación entre ricos y pobres debido a la diferencia de ingreso. Claro que en una crisis económica las distancias se marcan más. Pero no podemos asumir que necesariamente algunos tienen menos porque otros tienen más; tampoco podemos asumir que los ricos y los pobres tienen garantizado su status. Muchos de los que pagan impuestos subieron y bajaron de la escala de riqueza. Muchos dejaron los lugares más bajos de la escala de riqueza y subieron, mientras muchos otros dejaron los lugares más altos y bajaron. ¿Por qué? Porque aquel que está abajo puede crear un negocio exitoso, inventar algo de valor, heredar fortuna o simplemente adquirir habilidades que generan valor con relativa facilidad; y el que está arriba puede perderlo todo porque el negocio se cae, pierden las inversiones o cometen errores que tienen un alto costo.
  8. ¿Experiencia? Hay movilidad económica en el país y no debemos perderla.
  9. ¿Cuál es la mejor manera de ayudar a los que menos tienen? Piensa en el desempleado, el incapacitado, el de menos educación, ¿Cómo hacemos para que sea próspero? ¿Dándole dinero? ¿Manteniéndolos? ¿Ofreciéndoles oportunidades? ¿Entrenándolos?
¿Quién lo debe proveer? ¿Debe ser el gobierno el que cumpla ese rol? ¿Debe ser la sociedad? ¿O una combinación de ambos?
¿Y cómo se financia? ¿Con impuestos? ¿Aportaciones? ¿Donaciones? ¿Trabajo?
¿Por cuánto tiempo? ¿Debe existir un límite o ser garantizada para siempre? ¿Hasta dónde llega la responsabilidad individual y comienza la social?
¿Experiencia? Tenemos que darle respuesta a todas estas preguntas porque dependiendo de cómo respondamos es que definiremos el rol del gobierno y de nuestra sociedad...
Aristimuño Herrera & Asociados/ Xavier Serbia

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