César Aristimuño, presidente de Aristimuño Herrera y Asociados, aseveró que el Gobierno no ha podido controlar la inflación pues no genera confianza en los inversionistas. Sostiene que mientras este fenómeno no sea controlado, un ajuste salarial será insuficiente.
“Las economías inflacionarias tienen el gran problema de que el salario siempre trata de perseguir a la inflación. Eso, por lo general, nunca se logra”, señala Aristimuño. Explica que como las empresas -privadas o gubernamentales- son las que pagan, eso se traslada a los costos y, en algún momento, se elevan los precios de bienes y servicios.
“Por lo tanto, el problema, más que aumentar el salario, es realmente disminuir la inflación”, sentenció.
En Venezuela se suelen utilizar de referencia dos indicadores para el precio de los alimentos básicos de una familia. Uno es la Canasta Alimentaria Normativa oficial, publicada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), y la otra es la Canasta Alimentaria Familiar (CAF), publicada por el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM).
Para diciembre de 2010, la canasta del INE fue establecida en 1.370,93 bolívares, mientras que la del Cendas se calculó en 2.686,85 bolívares.
De acuerdo con Aristimuño, más allá de las diferencias entre una y otra y sus distintos componentes, lo que se debe resaltar es que ambas están por encima del sueldo mínimo (Bs. 1.223,89).
Sólo la comida se lleva el 100% del salario de la gente, “eso no incluye todo el resto que necesita una persona para sustentarse” que son los servicios y necesidades que deben ser cubiertos.
Para poder superar esta diferencia, el economista advierte que no será suficiente con un aumento del salario mínimo, aún cuando este reclamo sea justo.
El Gobierno no ha podido con la inflación
César Aristimuño estima que para este 2011 la inflación será similar a la del año pasado, cuando cerró en 26,9%.
El economista describe este fenómeno como “una especie de ladrón que se te mete en el bolsillo y te extrae parte de tu salario, de tu esfuerzo de trabajo”.
“Hasta el día de hoy, el Gobierno no ha tenido éxito en todas las estrategias, planes y medidas que han tomado para realmente controlar la inflación”, advierte.
Esa incapacidad, que termina afectando a todas las familias del país, es la que ha generado que la economía venezolana acumule la inflación oficial más alta de Latinoamérica y una de las más altas del mundo.
Observa Aristimuño que la mayoría de los países del continente ha logrado mantener la inflación entre 2 y 4%. Mientras que la local es hasta de dos dígitos.
Fomentar la inversión
El economista sugiere que el control de la inflación debe pasar por generar confianza para los inversionistas, tanto nacionales como extrajeros, y por construir una política monetaria adecuada.
“Ya acabamos de ver que países como México, Chile y Perú, altamente captadores de inversiones extranjeras, son tres de las economías que están creciendo de manera importante en América Latina”, ejemplificó.
Una mayor inversión ayuda a controlar la inflación al generar mayor oferta; si esta oferta es cercana o por encima de la demanda, los precios se verán presionados a la baja.
Según el economista, para mejorar la política monetaria el Gobierno debería manejar los niveles de gasto público y liquidez en función del tamaño de la economía.
Aparte de la inflación, la devaluación subirá alimentos y medicinas
El Gobierno nacional a finales del año pasado decidió nivelar los tipos de cambio, con lo que se eliminó el dólar de Bs 2,60 (utilizado para importar en los sectores de alimentos y medicinas) y se elevó a Bs 4,30.
A juicio de Aristimuño, el porcentaje de esa devaluación, que matemáticamente es de 65%, no necesariamente tendrá un “efecto automático en todos los costos de manera proporcional”.
Aún así, considera que “esa devaluación es un componente adicional importante en la subida de los precios y que va a afectar la inflación de forma negativa para los venezolanos”.
Sin negar una posible especulación de algunos sectores, advierte que crear estructuras de seguimiento por parte del Gobierno para evitar la especulación podría terminar por generar resultados no adecuados.
Explica que las empresas deben lograr beneficios para su mantenimiento y operación. Si el Gobierno fija los precios por debajo de la estructura de costos de una compañía, muchas podrían salir del mercado y dejar a más gente sin empleo.
La clave: planificar
Dada la situación económica actual, en la cual la inflación “perjudica de manera profunda” la economía familiar, Aristimuño recomienda al venezolano asalariado planificar mejor sus gastos.
Invita a cada familia a revisar su presupuesto de gastos mensuales, escribirlos en una hoja y contrastar cuáles son sus ingresos y gastos. Si los recursos que salen superan el dinero que llega mensualmente, es hora de hacer ajustes y sacrificios.
Advierte el experto que posiblemente se trate de gastos “que son necesarios igualmente para mantener un nivel de vida adecuado, como pudieran ser recreación o tal vez salir un sábado o un domingo con la familia a almorzar afuera”. Pero ese sacrificio será necesario para poder cubrir, por ejemplo, la educación de los hijos o el seguro médico.
Enyik Cordovés Sánchez
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