Nuevo billete de $100 está empeorando la situación en Estados Unidos

Una fuerte polémica surge en Estados Unidos en torno al nuevo billete de 100 dólares. Su diseño es tan complicado que un tercio de los billetes impresos tienen fallos, lo que supone una pérdida absurda de dinero en medio de la grave situación económica.

Una tira azul, en tres dimensiones, con imágenes de campanas o números 100 que se mueven al inclinar el billete, una campana que cambia del color cobre al verde. Las más avanzadas técnicas fueron utilizadas para crear el nuevo billete de 100 dólares estadounidense, que reta no solo a los falsificadores, sino también a los propios fabricantes.

“Es una auténtica ironía, pues se puso tanto esfuerzo en la producción de billetes imposibles de falsificar, y ahora resulta que elaboraron dinero que ni siquiera es fácil de imprimir, incluso para la casa de moneda”, señala Eamon Javers, reportero de CNBC.

Hasta el momento, la producción de los nuevos Benjamines, como se llama a estos billetes porque llevan una imagen de Benjamin Franklin, ha costado a Estados Unidos unos 120 millones de dólares.

Pero, según informes de algunos medios del país, hasta a las máquinas impresoras de la institución les costó trabajo reproducir los billetes con todas sus particularidades. Ahora, un tercio de los billetes, o lo que es lo mismo, 110.000 millones de dólares, tienen fallos, algo que para la economía norteamericana duramente golpeada por la crisis es un lujo que no puede permitirse.

Son millones de dólares que deberían llevar con orgullo la firma del Secretario del Tesoro, Timothy Geithner, a quien muchos continúan culpando por el excesivo apoyo a los bancos y el hundimiento de la economía nacional.

“Geithner esperaba poner en un marco el primer billete de cien dólares con su firma en febrero, pero parece que ahora pasará mucho tiempo antes de que vea el dinero con su firma en circulación”, indica el reportero de CNBC.

Aunque el malestar del secretario del Tesoro no tenga límites, no puede compararse con la indignación de millones de estadounidenses comunes y corrientes que no aún no pueden creer que su Gobierno pudiera gastar tanto dinero en vano dadas las circunstancias actuales del país.

Los ciudadanos coinciden en la opinión de que esta pérdida de dinero es absolutamente absurda y afectará a miles de ciudadanos que van perdiendo la esperanza y aún no saben cómo podrán llegar a fin de mes.