febrero 28, 2011

Consumo venezolano ha caído 11.7% desde 2008


La navidad de 2008 encontró a la mayoría de los venezolanos con más dinero en los bolsillos, ropa nueva y la nevera bien surtida, pero velozmente el tiempo comenzó a nublarse y en los últimos dos años no ha quedado otro camino que reducir el consumo. 
Las estadísticas del Banco Central de Venezuela registran que en 2010 el consumo de bienes de los hogares, una categoría que incluye alimentos y bebidas, textiles, calzado, muebles, artefactos del hogar, electricidad y agua, entre otras variables, cae 4,9% respecto a 2009 y si se contrasta con 2008 el descenso es de 11,7%. 

Al añadir el consumo de servicios como restaurantes y hoteles, transporte y alquileres, así como las compras en el exterior el descenso del consumo final pierde un poco de profundidad y es de 2,9% en 2010 y de 6% respecto a 2008. 

Básicamente las familias experimentan la montaña rusa generada por una política que le transmite a la economía la volatilidad de los precios del petróleo. Entre 2004 y 2008 el Gobierno inyectó la lluvia de petrodólares obtenida por el alza en los precios del barril y la población aumentó su capacidad de consumir. 

Así, en los cinco años en que el país vive un boom petrolero sin precedentes el consumo crece 75%. Luego, el agotamiento del control de precios y la caída de la producción aceleran la inflación a un ritmo que supera las mejoras salariales. 

El BCV admite que en 2010 la capacidad de compra de los trabajadores en términos reales, es decir, después de limpiar el efecto de la inflación, sufre un descenso de 5,3% en promedio. 

Otra fiesta 
Gracias a la crisis del Medio Oriente el petróleo desafía la ley de la gravedad y, nuevamente, la administración de Hugo Chávez tendrá la oportunidad de inyectar gasto y reanimar el consumo por esta vía. 

No obstante, la situación podría ser distinta al boom que finalizó en 2008. Jorge Botti, presidente de la Comisión de Economía de Fedecámaras, señala que "aun cuando tengamos incremento del petróleo si el Gobierno decide volcarlo sobre la economía lo que va a generar es más inflación y baja respuesta del aparato productivo para poner bienes y servicios en el mercado". 

El sector privado no ha invertido lo suficiente en máquinas y equipos que permitan ampliar la capacidad de producción y una vez se agote la capacidad ociosa que tienen aumentará el desequilibrio entre la oferta y la demanda. 

La producción de la industria manufacturera privada es ilustrativa. Al cierre de 2010 se situó en el nivel más bajo de los últimos cinco años y empresarios sostienen que las restricciones en el acceso a las divisas por el control de cambio y un ambiente de negocios signado por las expropiaciones no permiten esperar mayor crecimiento en 2011, aun con el salto de los precios del petróleo. 

Si bien el brillo del barril se traducirá en mayor cantidad de dólares para importar, bancos de inversión como Barclays dicen que a pesar de la última devaluación que elevó el cambio oficial desde 2,6 hasta 4,30 bolívares por dólar, la moneda continúa sobrevaluada en 32%, por tanto, la importación masiva frenaría la producción nacional y la creación de empleo. 

Otro factor a tomar en cuenta es que el Gobierno devaluó la moneda en enero y los precios aun no reflejan el impacto del ajuste cambiario, algo que inevitablemente se sentirá en los próximos meses.

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