marzo 20, 2011

Complejo residencial de Kadhafi es destruido y defensa aérea libia sufre severos daños


Explosión de vehículos tras el ataque aliado, cerca de Bengasi. | Reuters
A las 20.00 horas comenzó la segunda jornada de ataques de la operación militar "Alba de la Odisea" Las piezas dela artillería antiaérea de las fuerzas armadas fieles a Gadafi han comenzado a disparar al cielo de Trípoli por el que sobrevuelan aviones de la alianza occidental. Un misil ha alcanzado parte del edificio residencial del líder libio. Fuentes oficiales libias han informado que tres aviones B-2 estadounidenses lanzaron a primera hora de la tarde del domingo 40 bombas contra una gran base aérea libia como parte de la operación militar aliada que comenzó el sábado, según cadena de televisión CBS.
La operación militar encabezada por una coalición internacional logró "dañar significativamente" el sistema de defensa antiaéreo del régimen libio y ya fue instaurada una zona de exclusión aérea, dijo esto domingo un alto funcionario del Pentágono. 

"Los ataques fueron muy eficaces y fuertemente dañaron los sistemas de defensa antiaéreos del régimen" de Muamar Gadafi, afirmó el vicealmirante Bill Gortney durante una conferencia de prensa, reseñó AFP. 

La principal amenaza contra los aviones estadounidenses, británicos y franceses, países que encabezan la coalición internacional, son los misiles tierra-aire SA-5 de largo alcance pero "la capacidad (de las fuerzas de Gadafi) ha sido fuertemente reducida", agregó.

El Pentágono ha detectado también una reducción "significativa" en el uso de "todos" los radares, explicó Gortney.

Añadió, además, que los ataques contra efectivos terrestres de Gadafi en el bastión rebelde de Benghazi han sido "bastante exitosos", aunque precisó que la ciudad oriental libia es susceptible todavía de sufrir ataques adicionales. 

Dijo que la operación "Odisea del amanecer" no tiene como objetivo a Muamar el Gadafi. En este sentido, insistió en que la campaña militar en marcha es un "esfuerzo internacional" cuyo fin es implementar la resolución aprobada el jueves pasado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que impuso una zona de exclusión aérea sobre el país norteafricano. 

Destacó que España, Dinamarca y Catar se han sumado también a la coalición integrada originalmente por EE.UU., Gran Bretaña, Francia, Italia y Canadá. 

Aseguró no tener constancia de que haya víctimas civiles en las zonas bombardeadas y cifró en "docenas" el número de tropas libias que podrían haber fallecido en Bengasi. 

El funcionario afirmó que ninguno de los aviones que participan en la operación militar han sufrido daños. 
 
Al fuego antiaéreo se ha unido el sonido de fuertes explosiones en el sector del edificio presidencial, de donde salía una enorme columna de humo. Según un periodista de Afp, un edificio administrativo en el complejo residencial Gadafi ha quedado totalmente destruido por un misil.
El edificio derribado está unos cincuenta metros de la tienda donde el coronel Gadafi recibe a sus invitados. Se trata de un "bombardeo tremendo que podría haber afectado a centenares de civiles que se encontraban en las cercanías del complejo de Gadafi, ha dicho Moussa Ibrahim, portavoz del régimen de Gadafi.
Sin embargo, la coalición ha querido dejar claro a través de un portavoz militar estadounidense que "Gadafi no está entre los objetivos de los ataques aliados".
Al Yazira ha indicado que el fuego antiaéreo ha partido del palacio de Gadafi, Bab El Aziziya, y desde algún lugar del centro de la ciudad. La cadena ha difundido también imágenes quemostraban proyectiles trazadores que atravesaban el cielode Trípoli pero no precisó si habían alcanzado su objetivo.
El almirante William Gortney ha informado en una rueda de prensa en el Pentágono de los últimos ataques. "No hay ningún indicio de víctimas civiles" en las zonas que están siendo objetivo de los atarque aéreos, ha asegurado Gortney.
El portavoz también ha afirmado que "ningún avión" de los aliados ha sido derribado por las defensas antiaéreas de las tropas de Gadafi, que además quedaron "fuertemene dañadas" después del ataque del sábado.
La principal amenaza contra los aviones estadounidenses, británicos y franceses que han intervenidos hasta el momento en Libia está constituida por los misiles tierra-aire SA-5 de larga distancia. Sin embargo, "la capacidad de lanzamiento (de estos misiles) ha sido fuertemente reducida", según Gortney.
Las fuerzas aéreas libias no mostraron signo de actividad y los radares -que sirven para detectar los aparatos enemigos sobre las defensas antiaéreas- han quedado muy limitados. De manera general, los radares de vigilancia aérea parecen ahora limitados a las zonas alrededor de Trípoli y de Syrte, feudo del coronel Gadafi.
Por otra parte, varios testigos informan de explosiones esporádicas y fuego pesado en las calles de Bengasi entre las 22.00 y las 22.20 horas de la noche (nueve de la noche en España).
A la intervención de este domingo se han unido cuatro cazas F-16 daneses, según ha anunciado el Ejército del aire danés.

Nuevo aliado de la coalición

Este domingo, la intervención militar de la coalición occidental conseguía un colaborador más, pero no uno cualquiera. Qatar se ha convertido en el primer país árabe en unirse a la ofensiva de los aliados movilizando cuatro aviones que ya están camino de posiciones más próximas a Libia.
Según un alto oficial militar de EEUU, los aviones podrían participar en la operación militar occidental para asegurar la zona de exclusión aérea establecida.
"Hay fuerzas, en concreto aviones de Qatar, que se están moviendo en su posición en estos momentos, como nosotros decimos, hacia el escenario".
Fuentes oficiales estadounidenses aseguran que "hay otros países que se van a unir a la operación pero que todavía no quieren hacerlo público"
El sábado aviones de combate franceses fueron los primeros en atacar Libia y se concentraron en destruir tanques y vehículos blindados en Bengasi, al este del país.
Horas después, buques y submarinos británicos y estadounidenses lanzaron más de 110 misiles de crucero Tomahawk contra los sistemas de defensa antiaérea libios y alcanzaron más de 20 objetivos.
El líder libio, Muamar Gadafi, equiparó la operación con un acto terrorista y presagió que la derrota de Occidente es inevitable.
"No dejaremos nuestra tierra y la liberaremos", declaró en un discurso en la televisión estatal, para añadir: "permaneceremos vivos y vosotros moriréis".

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