Un consejero del ECB “aclaraba” algo más el viernes el comunicado de Trichet un días de adelantar la subida de los tipos de interés. En su opinión, era razonable esperar una subida de tipos ante un riesgo de inflación a largo plazo de tipo estructural. Se refería naturalmente a los alimentos y el petróleo. Y en este último caso no aludía tanto a los riesgos geopolíticos como al fuerte crecimiento de las economías emergentes.
Sin duda, la chispa de las actuales tensiones geopolíticas en Oriente Medio (y Oriente Próximo…¿Extremo Oriente?) han sido las subidas de los precios de los alimentos. No es extraño entonces que, con muchos gobiernos intentando prevenir nuevas tensiones y por tanto subvencionando los precios, estos hayan seguido al alza durante la Crisis. Sí, todo apunta a que estamos ante un proceso más duradero de lo que sería razonable. Y ante el riesgo de una hambruna sin precedentes. No tanto por la escasez de alimentos si no por su precio que les hace inaccesibles a una parte muy pobre de la población mundial.
La principal consecuencia por el momento de la Crisis geopolítica ha sido la espiral al alza de los precios del crudo. Y parece que una subida que está lejos de haber finalizado. La subida del precio de los alimentos se convierte de esta forma en el factor determinante de la subida de los precios del crudo. Pero, ¿no era hace unos meses una relación inversa?.
En el último informe de la FAO referido a los mercados de commodities agrícolas se enfatiza esta relación de precios del crudo al alza presionando al alza los precios de los alimentos. En concreto, considera que la demanda de biocombustibles como alternativa a los altos precios del petróleo (se refiere a 2008) había roto la tendencia de largo plazo de descenso en los precios reales agrícolas.
En su opinión, las autoridades económicas mundiales deben buscar un equilibrio entre la necesidad de proteger a los consumidores de los altos precios como de incentivar a los productores para aumentar su inversión y producción. Y es que el Organismo Supranacional dudaba de que los altos precios de los productos agrícolas hayan supuesto por el momento una oportunidad a los productores ya que los altos precios no se han filtrado a ellos. Así, considera que la tecnología de producción no está muy desarrollada, el acceso a inputs (incluida la financiación) es limitada y los controles de precios en algunos países habían desalentado los incentivos a aumentar la producción en ellos.
La combinación de Crisis económica, crisis financiera, fuerte descenso de los precios del crudo y apreciación del USD, fueron los factores que, según la FAO, explicaron la caída de los precios de los alimentos desde los máximos alcanzados en la primera mitad de 2008. Muchos de estos factores se han mitigado o directamente desaparecido desde mediados de 2010. Incluida la evolución de la moneda norteamericana, que cae en estos momentos especialmente frente a las monedas europeas.
En este sentido el propio Bernanke trataba de desvincular hace unos días la evolución del tipo de cambio de los precios de commodities, al mismo tiempo que defendía la aplicación de una política monetaria extremadamente laxa ante la debilidad del mercado de trabajo. Pero, ¿mantendrá este mismo discurso en el próximo FOMC a la vista de la fuerte creación de empleo en febrero?. Sí, la política expansiva de la Fed, en mi opinión también determinada para aumentar la liquidez y revalorización de los mercados financieros, comienza ahora a tener una relación coste/beneficio demasiado elevado.
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