Hay realidades que el ministro de Planificación se cuida de no mencionarle al presidente Chávez ni al país. Las diez más importantes son:
1. Que el socialismo del siglo XXI ha profundizado la dependencia y el subdesarrollo. En 1998, justo antes de llegar Chávez al poder, el petróleo representaba el 77% del total de las exportaciones del país. El otro 23% se componía de otros productos y servicios, siendo alrededor de la mitad de éstos, bienes producidos por el sector privado. Trece años después, en 2011, el peso del petróleo en las exportaciones alcanzó el 96%. Este hecho nos convierte en el país de la América Latina con la mayor concentración de sus exportaciones en materias primas, y -además- en un solo y único producto: el petróleo. Los teóricos de la dependencia pueden afirmar que el socialismo del siglo XXI ha profundizado la dependencia y el subdesarrollo del país.
2. Que nuestra deuda crece acelerada, costosa y descontroladamente. En 1998, la deuda total del sector público venezolano era de alrededor de $ 34 millardos de dólares. Hoy, esa deuda toca los $150 millardos; es decir: se ha más que cuadruplicado. Ese aumento notable de la deuda ha ocurrido en un período en el que le han entrado al país más de 1 billón de dólares por ingresos petroleros. Tan grave como el monto creciente de la deuda, lo son también: a) los elevados costos de esa deuda, sobre la cual pagamos intereses del 13% más en dólares; b) la velocidad a la que viene aumentando; c) la falta de transparencia en su adquisición; y d) el despilfarro de esos recursos.
3. Que hemos destruido el aparato productivo nacional. En 1998, había más de 14 mil establecimientos industriales en el país. Al día de hoy, han desaparecido unos 5 mil. Estimando unos 60 empleos por empresa, tenemos que se han perdido alrededor de 300 mil puestos de trabajo. Estas cifras indican que en estos trece años, el país ha vivido un intenso proceso de desindustrialización.
Por lo mismo que hemos casi que destruido el aparato productivo nacional, es cada vez menos lo que se produce en el país. Las necesidades de los venezolanos se satisfacen cada vez más a través de importaciones. En 1998, éstas representaban alrededor del 18% del total de la oferta en la economía venezolana; hoy, representan aproximadamente un 33%. Las importaciones saltaron de unos $ 17 millardos en 1998 a una cifra que se proyecta para este año superior a los $ 50 millardos. O sea, han crecido 300% mientras la economía sólo ha crecido en los últimos trece años a una tasa promedio de 2,2% anual.
4. Que la inversión privada nacional y extranjera han desaparecido. Desaparecen empresas y nadie invierte en expandir las que quedan o en crear otras nuevas. Entre 2007 y 2010, la inversión privada cayó 43% y en 2011, la inversión total sólo aumentó 1%. Si hablamos de inversión extranjera, lo que está ocurriendo en Venezuela contrasta notablemente con el resto de la región. El año pasado, América Latina experimentó un récord de inversiones extranjeras: recibió más de 154 millardos de dólares por ese concepto. El país de Lula, uno de los líderes que Chávez más admira en la región, se llevó casi la mitad de esa inversión. Le siguen México, Chile, Colombia y Perú. Nuestro vecino Colombia, con más de $ 13 millardos, recibió más del doble de lo que vino a Venezuela, de donde más bien predomina una intensa fuga de capitales.
5. Que las empresas de producción social no arrancan y nada producen. Desaparecen las empresas privadas, no hay inversión privada, y las empresas que el Gobierno crea o estatiza tampoco arrancan. En lo que lleva de gestión, el Gobierno ha expropiado alrededor de 1.000 empresas y ha lanzado varios programas, buscando montar un modelo alternativo de producción: las zonas de desarrollo endógeno, las cooperativas, los fundos zamoranos, las empresas de producción social, pare usted de contar, se han tragado cuantiosos recursos, sin que se conozca hasta ahora de algún proyecto exitoso.
(*) Escrito de Gerver Torres. Publicado en Opinión el 01-07-12. El Dr. Torres fue el creador del proyecto "Un Sueño para Venezuela". En los actuales momentos se desempeña como asesor de varios organismos internacional multilaterales con sede en Washington, D.C. (USA)
No hay comentarios:
Publicar un comentario