China extrae un 97% de los minerales raros del mundo, entre los que están un total de 17 metales diferentes. En los últimos años los EEUU, Canadá y Australia dejaron pasar la ocasión de invertir suficiente capital en la exploración y explotación de minas de metales raros. Los países occidentales dependen totalmente de la producción de China. Desafortunadamente para Occidente, China ha empezado a utilizar esta posición privilegiada para ejercer presión diplomática sobre otros países. Esto podría tener implicaciones importantes para los Estados Unidos en un futuro cercano, especialmente si China insiste en revaluar el Yuan.
Según un artículo publicado en octubre de 2010 en el periódico estatal China Daily, China aprobará nuevas restricciones de sus exportaciones, y a lo largo de 2011 reducirá su exportación de metales raros por un 30%. Muchas industrias se verán afectadas en los próximos meses. Según informa raremetalblog.com, hasta marzo de 2011 el precio del neodimio procedente de China se quintuplicó hasta los 250$ por kilo, mientras que el precio del disprosio se triplicó hasta los 900$ por kilo. La demanda de la industria es muy alta y se espera que siga creciendo en los años venideros.
Gracias a sus extraordinarias características, los metales raros son un componente esencial en las aplicaciones tecnológicas modernas. Se utilizan por ejemplo para rebajar el consumo de electricidad de los móviles y para reducir cada vez más el tamaño de los chips. También la industria automovilística internacional apuesta cada vez más por estos metales para la fabricación de vehículos que ahorran energía, como por ejemplo el Toyota Prius. El pasado otoño y debido a tensiones políticas, China redujo sus exportaciones de tierras raras a Japón. El gobierno japonés tuvo que encontrar nuevas maneras de satisfacer la demanda de su industria. Se fortaleció la cooperación económica con Vietnam y se firmaron contratos de suministro exclusivo con Australia, aunque éstos no entrarán en vigor hasta 2013. Para encontrar una solución inmediata, el reciclaje de metales raros ahora es obligatorio en Japón. Desde finales del año pasado el gigante de la electrónica Hitachi adquiere parte de su suministro de neodimio y disprosio del reciclaje de productos usados tales como discos duros y aires acondicionados. Asimismo, Toyota ha estado reciclando metales raros de viejas baterías eléctricas de su modelo Prius. Cada vez más fabricantes de componentes electrónicos japoneses están invirtiendo su capital en el desarrollo de nuevas tecnologías de reciclaje.
La Unión Europea tampoco se ha quedado atrás. Una nueva ley obligará a la industria automovilística a reciclar los metales raros. De este modo se intenta solucionar la subida de precios drástica en este sector.
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