noviembre 09, 2011

El negocio del café

Ninguna de las expropiaciones que ha hecho el gobierno socialista es transparente. Detrás de cada una de ellas hay un negocio. Y así ha sucedido con la expropiación de la empresa cafetera "Fama de América".

El café es uno de los productos más importantes del comercio internacional, después del petróleo. Es originario de Etiopía en África. El nombre se lo dieron los turcos. Fueron unos frailes de Yemen, quienes descubrieron las propiedades del fruto. Misioneros españoles  que habitaban la cuenca del río Caroní en 1730, entre los cuales se recuerda al jesuita Padre Joseph Gumilla, fueron los primeros en sembrar café en Venezuela. Otro aporte más de la Iglesia Católica a la venezolanidad.

Se debe a José Domingo Rus, diputado por Maracaibo en 1813 a las Cortes de Cádiz, importantes datos sobre las exportaciones de café desde el Puerto de Maracaibo hacia Europa. Llegamos a ser después de Brasil y las Indias Holandesas, el tercer país productor de café en el mundo. Hacia 1841 sesenta casas alemanas en Maracaibo comercializaban el café producido en los Andes.

Para 1990 había en el país 42.686 fincas productoras de café, sin financiamiento oficial, sino asistencia técnica. Hoy en día el 85% de la comercialización del café venezolano está en manos del Estado. Un Alcalde chavista de Portuguesa ha denunciado que el café que consumen los venezolanos es traído de Nicaragua, porque el mejor café venezolano es vendido por los caminos verdes a los productores colombianos, con grandes ganancias para quienes deciden todo.

Esta semana los productores de café de Lara, Trujillo, Mérida y Portuguesa decidieron ir a Caracas para denunciarle lo que ocurre al propio Presidente.

Pero les pararon los autobuses y al seguir ir a pié hasta Miraflores, les echaron bombas lacrimógenas y perdigones. El Ministro Loyo no publica los precios del café y tiene a los productores arruinados. Vamos a ver si estos venezolanos tienen el guáramo de los indios bolivianos que hicieron retroceder al gobierno de Evo Morales.

Ojala el café, que según Talleyrand es "Negro como el Diablo, caliente como el infierno, puro como un Ángel y dulce como el amor", hace salir al diablo, calienta a Venezuela, nos defiende con un Arcángel y nos devuelve el amor entre los venezolanos

 
Julio Portillo

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