Alfredo Ramos, diputado electo a la Asamblea Nacional, aseguró que las plantas cementeras locales requieren de inversiones estimadas en dos millardos de bolívares fuertes para operar plenamente.
“Las empresas del sector están trabajando a 80 por ciento de su capacidad instalada. Tienen dificultades para conseguir los repuestos necesarios. Todo indica que las empresas tienen un significativo déficit operativo”.
El parlamentario consideró que la situación de la industria cementera es consecuencia de la estatización declarada hace dos años por el presidente Hugo Chávez.
El representante de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) consideró que el caso de la caída de la productividad de las empresas de cemento es un ejemplo de las "equivocadas concepciones del Gobierno".
“Hoy el país produce menos cemento que hace dos años, hasta el punto que lo debemos importar. El país tiene menos posibilidades de reanimar el sector construcción".
El lunes llegó a Venezuela un cargamento de dos mil 355 toneladas de cemento, que fue el primero de un total de nueve que se espera que arriben en los próximos días.
En 2008 el presidente Hugo Chávez estatizó las filiales venezolanas de las cementeras Cemex (mexicana), Holcim (suiza) y Lafarge (francesa), que concentran 90 por ciento del mercado.
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