¿De dónde son los líderes? La respuesta es mas fácil que la dada por Miguel Matamoros a los melómanos del mundo con su pegajosa canción que dice: “Mamá yo quiero
saber ¿De dónde son los cantantes? Que los encuentro galantes y los quiero conocer, son sus trovas fascinantes y me las quiero aprender. ¿De dónde serán?, ¡Ay mamá! ¿Serán de La Habana? ¿Serán de Santiago, tierra Soberana? Son de la Loma y cantan en llano, ya veras, como no, mamá ellos son de la loma mamá ellos cantan en llano”… No hay duda, la respuesta es mucho más fácil, porque los líderes son de aquí y de allá, sólo que no todos tienen voces fascinantes, unos tienen voces como ladridos y otros tienen voces azules… Líderes que ladran. Son aquellos “jefes” personalistas, mandones y manipuladores que se creen ungidos, dueños de la verdad y que sólo ellos pueden enfrentar y resolver situaciones, por ello les encanta el mando y cuando no lo tienen directamente buscan ejercerlo por la vía del poder detrás del poder. Este tipo de líder termina causando daños severos a las organizaciones y son calificados finalmente como líderes malos. Al respecto, nos dice el conferencista internacional Fernando Sánchez Arias, que al referirse a sus peores líderes, las personas emplean palabras como: desconfianza, exclusión, irrespeto, agresividad, descontrol emocional, represión, miedo, imposición, pésima escucha, crítica destructiva, falta de apoyo, poco seguimiento, descalificación y desconexión… Lideres con voces azules. Son aquellos que son percibidos y calificados como líderes buenos. Las personas al recordar sus mejores líderes, según Sánchez Arias, hablan de: confianza, inclusión, respeto, asertividad, ecuanimidad, motivación, seguridad, escucha activa, retroalimentación nutritiva, apoyo y acompañamiento, seguimiento y control, reconocimiento y empatía… ¿Dónde se aprende eso? Seguramente existirán algunas otras instituciones, pero la que conozco como extraordinariamente efectiva es la JCI (Cámara Junior Internacional), una comunidad mundial de jóvenes ciudadanos activos, entre los 18 y 40 años de edad, quienes comparten la creencia que para poder crear cambios positivos, deben trabajar en conjunto para mejorar ellos mismos y el mundo que los rodea. Al involucrarse en actividades que van desde el desarrollo comunitario hasta proyectos internacionales, mediante su participación, liderazgo y acción, los miembros de la JCI demuestran su responsabilidad social y se convierten en mejores personas… La Cámara Junior existe en Venezuela. Tuve la oportunidad de asistir a la toma de posesión conjunta de la nueva directiva 2011 de la JCI Venezuela y JCI Zulia, efectuada el pasado sábado en Maracaibo, en la cual se presentó como oradora de orden Mónica Rodríguez, la zuliana ganadora del Grammy Latino 2010 “Mejor disco de música cristiana” y una vez mas me sentí maravillado, al tratar con jóvenes que buscan maneras para vivir el slogan de la JCI: ¡Ser mejores! No solo creen que es posible mejorar, sino que iniciar el cambio positivo, en ellos mismos y en su comunidad, es su responsabilidad… ¡Uno mi luz a la tuya para que exista más luz! Fue la esencia del discurso bien estructurado del presidente saliente de la JCI Venezuela, Rafael Guzmán Garmendia, quien recordó que a sus cinco años de edad asistió una noche a un templo de meditación, y sentados en circulo con otros niños, de repente, se apagaron todas las luces del lugar, lo que originó en los niños, por unos segundos, unaespecie de abismo oscuro y frio. De repente, el maestro guía de la sesión, encendió una vela grande, y le regaló una vela al niño que estaba a su izquierda y otra al que estaba a su derecha, y encendió cada una de las velas diciendo esta frase “¡Uno mi luz a la tuya para que exista mas luz!” Y así, cada niño hizo lo propio con su compañero de al lado, repitiendo la misma frase, hasta que se completó la ronda con todas las velas encendidas, y con una gran enseñanza… El tiempo de Dios es perfecto. Fue el centro del discurso de Ennys Morales Jiménez, la entusiasta nueva presidenta de la Cámara Junior del Zulia, quien aseguró que durante su presidencia, la CJZ tendrá capacitaciones de alto impacto con certificación internacional, reactivarán el campo de negocios y proyectos comunitarios cuyos beneficios trascenderá las fronteras…Es tiempo de tender puentes. Fue el nudo del discurso azul, coherente y apropiado para la Venezuela de hoy pronunciado por Argenis Angulo Parra, el nuevo presidente y el más joven en la historia de la JCI Venezuela, a quien conocí años atrás, como un joven tímido y de poco hablar y ahora su soltura, coherencia y dotes de persuasión me demostró el porqué la JCI es considerada la mas extraordinaria fabrica de lideres del mundo…
Miguel Muñoz/ munozmiguel5@hotmail.com
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