enero 26, 2011

Venezuela: democracia o dictadura


Hay una creciente polémica en Venezuela acerca de la caracterización del gobierno del presidente Chávez. Definido como de izquierda, Hugo Chávez cada día bordea más el límite que lo
 aleja de la democracia, tal como históricamente se ha entendido este modelo político. Algunos califican su régimen como de fascista lo cual claramente es una exageración que no ayuda a entender lo que sucede en Venezuela. Para que un país califique como una democracia tiene que cumplir al menos cinco elementos formales indispensables y sin ellos se es otra cosa mas no una democracia.
En primer lugar, el gobierno debe ser resultado de comicios libres, mediante votación directa, universal y secreta. Sin elecciones libres la voluntad del pueblo queda diluida en procesos de segundo o tercer grado que degradan las aspiraciones del soberano. En segundo lugar, debe existir la independencia y separación de poderes. Este mecanismo conocido como el sistema de pesos y contra pesos asegura el control de las decisiones del Poder Ejecutivo por parte de los dos poderes restantes, el Legislativo y el Judicial. Cuando el poder Ejecutivo subordina a los otros poderes se está en presencia de un despotismo. En tercer lugar, debe cumplirse el principio de la alternabilidad por la vía establecida en la constitución. Ello quiere decir, que los presidentes no pueden buscar eternizarse en el poder porque para ello utilizarían ventajosamente todos los recursos del Estado. Por esa razón siempre se limitan los términos de las reelecciones presidenciales. En cuarto lugar destaca la libertad de prensa y libre asociación. Es decir, que los ciudadanos puedan emitir opinión libremente, sin otros impedimentos que los establecidos en las leyes. Igualmente, que esos ciudadanos se puedan dar la forma de organización política que ellos escojan, sean partidos políticos, asociaciones civiles, entre otras y finalmente, el principio de la legalidad, con lo que se hace referencia a que no se pueden dictar normas que no estén contempladas en las leyes vigentes o que violen los derechos humanos.
Hugo Chávez cada día bordea más el límite que lo aleja de la democracia
Fue Lenin el su libro El Estado y la revolución quien planteó más acabadamente la tesis marxista de la democracia como formación política. Con una simpleza increíble, Lenin clasifica a los regímenes políticos de una sola forma al afirmar que todo gobierno es una forma de dictadura y democracia al mismo tiempo. En el capitalismo imperaría la dictadura de la burguesía y en el socialismo la dictadura del proletariado que es la mejor forma de democracia. De esto último es de donde se ha agarrando el presidente Chávez para avanzar gradualmente en el desmontaje de la democracia venezolana. Con la excusa de servir a los pobres se quiere instalar una forma de gobierno autoritario y que por tanto se aleja cada vez más de preceptos fundamentales y formales que hacen posible valorar a un gobierno como demócrata. Así, por ejemplo, está fuera de toda duda que para todos los efectos prácticos en Venezuela no existe la separación de poderes y mucho menos su independencia. Todavía más, la presidenta del TSJ argumentó que tal separación de poderes era contraria la unidad del Estado. Tal vez sea por ello que todas las decisiones del TSJ favorecen la gobierno.
Con la reelección presidencial consecutiva en los hechos de liquidó el principio de la alternabilidad del gobierno. Un gobierno en una posición ventajosa con respecto a otros actores políticos, como es el caso de Venezuela usa sin escrúpulos todo el poder con el objeto de perpetuarse. En lo relativo a libertad de prensa, es obvio que en Venezuela existen un conjunto de restricciones importantes que están asfixiando este derecho y que han llevado a la auto censura. Se puede decir lo que se piensa, pero acotadamente y expuesto a procesos judiciales. En lo relativo al precepto de la legalidad, es manifiesto que el gobierno, habiendo recibido un voto negativo en una propuesta de reforma constitucional sometida referendo, está adelantando esa reforma que el pueblo rechazó en su oportunidad.
De lo anterior, no se puede deducir que en Venezuela haya una dictadura. Ello sería una equivocación que conduciría a una forma de lucha política diferente a la aplicada actualmente. Se trata entonces de un gobierno claramente autoritario, autocrático y personalista que ha hecho de la alienación con la figura del presidente Chávez un modo de hacer política. Esa es la mejor definición que he encontrado para catalogar al gobierno de Venezuela.
José Guerra

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