El nerviosismo y la volatilidad siguen marcando el mercado del petróleo, que sigue muy atento los acontecimientos en Libia y el mundo árabe.Un levantamiento en Arabia Saudi llevaría al crudo por encima de 140 dólares.
El barril de Brent, referencia en Europa, ha llegado a subir más de un 7%, tocando un máximo de 119,79 dólares, nivel que se ha relajado un poco y ahora se situa en los 115 dólares, con subidas de alrededor del 3%. El West Texas estadounidense, por su parte, ha llegado a subir hasta los 103,4 dólares, con subidas superiores al 5%, aunque parece estabilizarse en la zona de 101 dólares.
Desde el estallido en Túnez, el 25 de febrero, la subida del Brent ha sido imparable: aquel día cotizaba en 95,25 dólares, por lo que el ascenso hasta los máximos de hoy es del 25%. Los problemas de Libia, sin embargo, han sido más determinantes, ya que desde el pasado viernes la subida es del 16,8%.
El caso del West Texas estadounidense es un poco distinto. Las primeras revueltas en Túnez no afectaron en exceso a este tipo de crudo, ya que la exposición de Europa es mayor que la estadounidense. Sin embargo, el miedo a que las revueltas se extendieran tras los problemas en Libia, ha disparado el precio del West Texas casi un 20% sólo desde el viernes pasado.
Los precios del petróleo alcanzaron sus máximos históricos en el verano de 2008, cuando el Brent llegó a los 147,5 y el West Texas a los 147,27 dólares.
Desde ahí, la caída fue brutal, agravada por la crisis financiera, y ambos barriles llegaron a la zona de 40 dólares a finales de eses año, y desde ahí han ido rebotando gradualmente hasta la explosión de los últimos días provocada por las revueltas en Túnez, Egipto, Bahréin y Libia, de momento.
Afectando con dureza a los mercados
La subida del crudo está haciendo sufrir a los mercados mundiales y a otras materias primas como el cobre, mientras que los refugios habituales (oro, franco suizo, bonos del tesoro de EEUU) se mantienen al alza.
Esta situación "ha golpeado toda la confianza que había en el mercado", explicó a Reuters Mark Priest, trader de ETX Capital. "No vemos ningún cambio a menos que la situación se resuelva rápidamente en Libia".
El temor del impacto de una nueva subida del petróleo también ha afectado a los mercados asiáticos esta mañana. Si bien no son tan dependientes del crudo como Occidente, el impacto sobre el mismo podría poner en peligro las exportaciones asiáticas.
Ahora el miedo es que los acontecimientos en Libia se extiendan a otros países: "la inquietud va más allá de Libia, país productor relativamente modesto, y se extiende a los productores más importantes que puedan verse afectados por el peligro de contagio de las revueltas", estimó Victor Shum, analista de Purvin and Gertz en Singapur, a Reuters.
Arabia Saudí, en el punto de mira
El temor vendría sobre todo de Arabia Saudí, que sí que podría suponer un auténtico shock. "Descontar una interrupción del suministro en Libia es una cosa, pero otra muy distinta es que la revuelta se extienda a Arabia Saudí, que tiene el 20% del petróleo del mundo. Si hacemos la cuenta, estaríamos hablando de 200 dólares por barril", según explicaba David Rosenberg, estratega de Gluskin Sheff.
Ante la situación, el rey Abdulá de Arabia Saudí volvió ayer miércoles a su país tras haber pasado tres meses en el extranjero recibiendo tratamiento médico. Abdulá, que tiene 87 años, se encontraba desde enero en Marruecos, adonde viajó tras pasar dos meses en Estados Unidos, donde fue sometido a dos operaciones después de que un coágulo de sangre complicara una hernia discal.
A su vuelta, el rey anunció una inyección extraordinaria de 36.000 millones de dólares en ayudas para combatir la inflación, ampliar la seguridad social, reducir los costes de la sanidad y la educación y hacer más accesible la vivienda, lo que puede ser reflejo del nerviosismo en el reino ante las revueltas.
"Aquí la gente quiere la monarquía. No quieren cambiarla. Pero sí pueden pedir algunas reformas, sobre todo unas leyes menos severas", señaló un observador extranjero a EFEque vive y trabaja desde hace años en el reino.
A la monarquía saudí parece preocuparle especialmente, más aún que la situación en Libia, las protestas en Manama, la capital del vecino Bahrein, y su dirigente Hamad bin isa al Jalifa, visitará a Arabia Saudí mañana, informó la agencia saudí SPA.
También hay dudas sobre la producción en Irak. Según los cálculos del MEES (Middle East Economic Survey), país que estaba produciendo 2,8 millones de barriles diarios (mbd) -de los cuales exportaba unos 2,3 mbd- al 15 de febrero pasado. "Pero ahora hay dudas, a causa de las protestas", que podrían haber afectado las actividades petroleras, dijo a EFE Rafiq Latta, analista del MEES.
El director ejecutivo de la Agencia Internacional de Energía (AIE), Nobuo Tanaka, dijo que los precios por encima de 100 dólares por barril para el resto del año podrían arrastrar a la economía global de nuevo a una crisis económica similar a la de 2008.
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