marzo 05, 2011

Acciones de Apple han demostrado que ya pueden vivir sin Steve Jobs


La acción de Apple se compraba a 5,87 dólares el 20 de diciembre de 1996, el día en que Steve Jobs regresó a Apple, tras ser despedido de su propia compañía diez años antes. Sus diferencias con John Sculley, un consejero delegado con un marcado carácter financiero, fueron los motivos de su salida. La gestión de Sculley no despertó mayor interés en la bolsa, pero la vuelta de Jobs marcó el inicio de una época triunfal. Quince años después, una acción de Apple cotiza a más de 350 dólares. Y es que la gestión de Jobs ha disparado el precio de la manzana cerca de un 6.000 por ciento. La compañía ha demostrado en dos ocasiones que puede crecer sin su carismático consejero delegado. Los expertos creen que hay potencial hasta los 450 dólares por acción.


Cuando Jobs volvió a Apple en 1996, el ejecutivo se encontró una compañía en decadencia, que no lograba conectar con los consumidores de electrónica. Al gurú le costó varios años dar con la clave que le permitiría convertir a Apple en la compañía favorita de informáticos, analistas e inversores. Pero lo ha conseguido y cada lanzamiento ha sido un éxito. El “marketing” no ha cambiado mucho desde que Jobs retomase en 1998 las presentaciones al más puro estilo de una estrella del rock, con un trifásico iMac. La tecnología y el precio de la acción de Apple han avanzado a pasos agigantados. 

La tableta mágica

Su presentación supuso el regreso de Jobs a finales de 2009 y las ventas del dispositivo han superado todas las expectativas. En 2010, la compañía de la manzana vendió 7,5 millones de iPads. Las cifras son todavía mayores para el iPhone: 40 millones de unidades vendidas durante el pasado año.

Los analistas creen que el nuevo iPad puede afianzar todavía más el liderazgo de Apple. Desde Goldman Sachs, Bill Shope espera que “este dispositivo suponga una línea de defensa frente a la oleada de competidores que se avecina en los próximos meses en el sector de las tabletas”. De hecho, algunos esperan que el iPad 2 logre duplicar las ventas del dispositivo en 2011, tal y como lo ha hecho el iPhone 4 en 2010.

Por tanto, las expectativas son muy positivas. A corto plazo, la acción podría sufrir alguna corrección, tras la fuerte subida del último año, pero las ventas seguirán apoyando el valor. ¿La próxima cita? El lanzamiento del iPhone 5 en junio. Se espera que sea más ligero y barato.

Optimismo

Hay opiniones para todos los gustos, pero reina el optimismo. “Una ausencia prolongada de Jobs podría impactar en la visión a largo plazo de Apple, pero parece que la estrategia de la compañía y la cartera de productos están bien definidos para los próximos dos años”, afirma James D. Ragan, analista de la firma californiana Crowell, Weedon & Co. En la casa de análisis First Global creen que la ausencia de Jobs es “motivo de preocupación” por su grado de involucración en el diseño e innovación de la compañía. 

Pero, por lo general, el sentimiento sigue siendo positivo con Apple. Más del 90 por ciento del consenso de analistas de Bloomberg sigue recomendando comprar la compañía. 

Por el momento, la bolsa ha reaccionado con tibieza a las bajas por enfermedad de quien ya ha sido elevado a los cielos con el título de “i-God” (i-Dios en inglés). Por ejemplo, el pasado 17 de enero, la compañía de la manzana desvelaba que Jobs había solicitado su tercera baja por enfermedad y esta vez no se definía un periodo. El valor deApple se dejó más de un dos por ciento en el parqué al día siguiente. Sin embargo, hay que reconocer que las impresionantes cifras de ventas de Apple han eclipsado las malas vibraciones de la enfermedad de Steve Jobs. 

Nerviosismo por la sucesión

Pero los accionistas de Apple están inquietos. La imagen de Jobs está asociada a todos los grandes lanzamientos de la empresa y su perfeccionismo casi obsesivo es una de las cualidades más destacadas por quienes mejor le conocen. Los resultados: ventas de más de 60.000 millones de dólares en el último ejercicio fiscal. Jobs suele colaborar muy de cerca en el diseño de productos y el miedo de los accionistas es no encontrar a alguien que pueda mantener la excelencia. 

El pasado 24 de febrero, varios inversores de Apple solicitaron en la junta de accionistas mayor transparencia en lo referente al plan de sucesión de Steve Jobs. La petición fue rechazada y algunos analistas como Ragan, creen que no debería haber sido así. Sin embargo, Gene Munster, del banco de inversión estadounidense Piper Jaffray, asegura que “los detalles del plan de sucesión no son tan importantes. Apple ha trabajado dos veces sin Jobs en los últimos años y lo ha hecho extremadamente bien. Los inversores están a gusto con ello. Yo estoy a gusto con ello”. Munster reconoce que la figura de Jobs es insustituible, pero menciona especialmente la buena labor de Tim Cook al frente de la compañía. De hecho, el mercado ya ha dado el visto bueno a la gestión de Cook. Si se echa la vista atrás, Apple se revalorizó un 67 por ciento durante la última baja de Jobs en 2009. Y lo cierto es que aunque Jobs es la cabeza visible de cada lanzamiento, detrás de cada producto hay un gran equipo.


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