El primer presupuesto extra será principalmente financiado con una partida de 1.16 billones de yenes ya contemplado para situaciones de emergencia en el presupuesto central de Japón para el año fiscal que comienza en abril. El resto sería cubierto con recortes de gastos en otros sectores, precisó el diario Nikkei sin citar fuentes.
Para conseguir nuevos fondos, algunos funcionarios del Gobierno estaban sugiriendo crear un impuesto adicional sobre la renta de materia temporaria, según el diario. En su primer presupuesto de emergencia, el Gobierno japonés reservaría 2 billones de yenes (24,300 millones de dólares) para financiar parte de la reconstrucción del terremoto, dijo este miércoles el diario Nikkei, agregando que el plan se presentaría al Parlamento en abril.
El Gobierno probablemente necesite dos presupuestos más para financiar la reconstrucción de los daños que dejaron el devastador terremoto y tsunami que azotaron al noreste de Japón el 11 de marzo, y el gasto final podría exceder los 10 billones de yenes, dijo el periódico.
El martes pasado, la agencia de noticias Kyodo dijo que el primer ministro Naoto Kan apuntaba a un gasto de entre 2 y 3 billones de yenes en el primer paquete de emergencia.
Las fuentes del Gobierno dijeron además a Reuters la semana pasada que los recortes de gasto podrían representar gran parte del primer presupuesto de emergencia, pero que los presupuestos posteriores se centrarían en nuevo endeudamiento.
El Parlamento de Japón aprobó el martes pasado el presupuesto regular, de 1.1 billones de dólares, para el año fiscal que comienza el 1 abril, pero aún no dio luz verde a un proyecto de ley necesario para que el Gobierno pueda emitir bonos para financiar una parte de los gastos.
El gobernante Partido Democrático, que necesita los votos de la oposición en la cámara alta para aprobar el plan necesario para financiar 41% del presupuesto 2011/12, ha dicho que está dispuesto a reducir proyectos clave de gasto, como un esquema de apoyo a la niñez.
Pero funcionarios del Gobierno afirman que será difícil revertir todos los compromisos de gasto por un importe superior a los 3 billones de yenes (algo que la principal fuerza de oposición quiere), dados que esto podría quitarles votos en las elecciones locales del próximo mes.
El Gobierno sigue luchando para ayudar a las regiones más afectadas por la emergencia nuclear que se originó tras el sismo y la semana pasada estimó que los daños en las carreteras, casas, fábricas y otras obras de infraestructura podrían superar los 300,000 millones de dólares, en lo que sería la catástrofe natural más costosa de la historia.
Kan dijo el martes pasado que Japón no ha descartado ninguna fuente de financiación para la reconstrucción, incluyendo un alza de impuestos o el abandono de un plan para reducir el impuesto de sociedades.
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