Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal estadounidense, acabará esta semana con 97 años de tradición en una institución caracterizada por el secretismo con su primera rueda de prensa tras la reunión del FOMC, el miércoles.
Será la primera de las cuatro ruedas de prensa que Bernanke, en aras de la transparencia, ha prometido dar cada año, al menos mientras dure su segundo mandato, que concluye en el 2014.
Para lo que queda de año se han convocado otras tres conferencias de prensa, tras las reuniones que concluirán el 27 de abril, el 22 de junio y el 2 de noviembre. Todas ellas serán difundidas simultáneamente por la página web de la Fed.
El Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC, por sus siglas en inglés) empieza mañana unareunión de dos días para analizar la política monetaria y la evolución económica del país.
Al término de la reunión, el miércoles, la Fed difundirá como es habitual un documento que, tradicionalmente, contiene enunciados crípticos sobre la evolución de los tipos de interés, que los analistas tienen que interpretar para deducir cuáles serán los próximos movimientos monetarios.
Sin embargo, en esta ocasión, la atención no estará centrada en el comunicado, sino en las explicaciones que dará a continuación el propio presidente de la Fed, que responderá a las preguntas de la prensa durante 45 minutos, en una comparecencia que podrá seguirse por internet.
Se trata de una iniciativa inédita en la Fed, aunque no en otras autoridades monetarias. El presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, comparece regularmente ante la prensa tras las reuniones del organismo.
La presencia ante la prensa del máximo responsable de la autoridad monetaria dará una nueva dimensión a las siempre importantes reuniones del Comité de Mercado Abierto.
La comparecencia de Bernanke hará que los mercados no se dejen llevar por sus interpretaciones del comunicado final de la reunión, al ofrecer explicaciones más precisas sobre las actuaciones de la Fed.
Además, servirá para frenar la influencia publica de los miembros del Comité que votan en contra de la opinión mayoritaria, y que suelen hablar con la prensa al término del encuentro. Al unificar bajo su voz la versión del organismo, Bernanke evitará que las voces discrepantes distorsionen el mensaje de la autoridad monetaria.
Para muchos observadores, la presencia de Bernanke ante los medios servirá para reducir la volatilidad de los mercados que sigue a la publicación del comunicado. Para otros, el presidente de la Fed alterará aun mas la marcha de las bolsas con sus respuestas sobre la marcha de la economía.
En cualquier caso, el momento elegido para comenzar estas comparecencias publicas no deja de ser oportuno, cuando la Fed está bajo la lupa por su actuación ante una economía que se tambalea bajo el peso del déficit y un empleo que no acaba por despegar.
El banco central se enfrenta, además, a fuertes críticas de los legisladores por el estímulo masivo, 600.000 millones de dólares, que está inyectando en el mercado mediante la compra de bonos, y que no acaba de reflejarse en un fuerte crecimiento económico. Para muchos detractores, la Fed, con su máquina imparable de imprimir dinero, está sentando las bases para que se dispare la inflación, lo que pondría en peligro la recuperación de la mayor economía del mundo.
De momento no se espera que la autoridad monetaria se plantee un alza de los tipos de interés, que se encuentran por debajo del 0,25% desde finales del 2008. La atención, por tanto, estará en las pistas que Bernanke pueda dar sobre el final del estímulo económico, lo que seguro se traducirá en fuertes movimientos en el mercado de la deuda.
Conscientes del peso que tendrán sus palabras, Bernanke lleva semanas preparando las preguntas y ensayando las respuestas, bajo el difícil equilibrio de satisfacer la curiosidad de la prensa, pero sin distorsionar los mercados.
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