"La reforma es un misterio. Nadie sabe qué es lo que dice el proyecto", señaló Alfredo Ramos, miembro de la Comisión de Desarrollo Social de la Asamblea Nacional (AN), quien detalló que hace más de un mes se ordenó que se repartiera el proyecto de ley que dejó listo el diputado Óscar Figuera cuando presidía la comisión parlamentaria, pero que hasta los momentos no lo han recibido. y señaló que la discusión de la Ley Orgánica del Trabajo (LOT) "está cruda", y que será difícil lograr su aprobación antes de que finalice este año, tal como lo ha exigido en el pasado el Presidente Hugo Chávez y en lo que insistió esta semana el Vicepresidente ejecutivo Elías Jaua.
La reforma a la LOT debió ser aprobada en el año 2001, a fin de ajustarla a las disposiciones constitucionales referidas a la reducción de la jornada laboral y a la retroactividad de las prestaciones sociales.
Pese a ser un mandato de la Carta Magna, el parlamentario señaló que en conversaciones informales los diputados oficialistas han señalado que el recorte de la jornada se desechó.
"En general, las leyes se discuten con demasiada lentitud en la Asamblea. No es un problema de las comisiones, es de la AN", manifestó Ramos.
La eliminación de la figura de los despidos injustificados y sanciones mucho más fuertes se encuentran en la reforma a la que el oficialismo está dispuesto. Entre tanto, no existe una definición sobre la retroactividad de las prestaciones.
"Es una ley que requerirá del mayor consenso del país", dijo.
Por su carácter orgánico, la reforma de la LOT requiere de los votos de las dos terceras partes de la AN.
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