Los jefes de Estado y
de Gobierno, reunidos en Bruselas, adoptaron varias medidas con las que la Eurozona pretende "pasar página de una vez", según expresó el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
En primer lugar, los titulares de Finanzas adoptaron un pacto para impulsar la competitividad de la región, que recoge la mayor parte de las exigencias planteadas por Berlín como condición para aumentar el fondo de rescate para países con problemas de financiación. Los líderes de la eurozona lograron así una serie de acuerdos para dar una respuesta global a la crisis que termine por despejar las dudas que pesan sobre la región y que afectan en especial a los socios más débiles como Portugal.
Una vez ablandadas las reticencias alemanas, los Diecisiete acordaron incrementar la capacidad efectiva del fondo de rescate hasta los 440.000 millones de euros comprometidos -que se suman a la aportación de la Comisión Europea y del Fondo Monetario Internacional (FMI), hasta sumar 750.000 millones-.
La Eurozona también aprobó flexibilizar este fondo de rescate para que pueda intervenir en los mercados de deuda y ayudar de manera más efectiva a los países con problemas como Grecia, a la que además abarató y alargó los préstamos para facilitarle su recuperación.
Este punto es fundamental ante el agravamiento de la crisis en Portugal, cuya deuda se sitúa a intereses superiores al siete por ciento y que hoy se ha visto obligada a anunciar un nuevo paquete de medidas para intentar calmar a los mercados de deuda.
En cambio, los socios europeos negaron la suavización de las condiciones del crédito a Irlanda de momento, por considerar que "no ha cumplido las condiciones necesarias para ello", según Van Rompuy.
Fuentes diplomáticas informaron de que el nuevo primer ministro irlandés, Enda Kenny, se enzarzó en una agria pelea con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, a propósito de esta rebaja, que los socios han condicionado a que Dublín acepte una subida del impuesto de sociedades, muy por debajo de la media.
"Pacto por el euro"
De hecho, la alineación del impuesto de sociedades es uno de los puntos que forma parte del citado "pacto por el euro" -que ha cambiado su denominación original de "pacto de competitividad" para evitar un nombre demasiado asociado a las exigencias alemanas-.
Este pacto fija un conjunto de áreas sobre las que los gobiernos del euro deberán actuar para incrementar la competitividad de la región y evitar las divergencias que han sido señaladas como unas de las causantes de la crisis.
Puntos del Pacto
Los objetivos -muy similares a los señalados por Berlín- incluyen adaptar la edad de jubilación a la esperanza de vida, controlar los costes salariales y alinearlos con la productividad, flexibilizar el mercado de trabajo y vigilar la solvencia del sector financiero.
Asimismo, los estados de la moneda única se comprometen a adoptar frenos al endeudamiento público en la legislación nacional que garanticen la disciplina fiscal también en las administraciones regionales y locales, según el texto de conclusiones.
En virtud del acuerdo, los países del euro deberán anunciar compromisos anuales sobre estos aspectos y tendrán que presentar resultados en 12 meses, aunque se da libertad a los gobiernos para decidir qué medidas aplicar.
Para salvar las críticas por dejar de lado a las instituciones de la UE, el pacto dice que el cumplimiento de los compromisos será vigilado por la Comisión Europea, dentro del ejercicio habitual de supervisión de la disciplina fiscal y reformas, donde se prestará "particular atención" a los países con con mayores retos.
Los primeros compromisos nacionales deberán presentarse al máximo nivel durante lacumbre del próximo 24 de marzo o en la siguiente reunión, en junio.
Zapatero adoptará nuevas reformas
El jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha anunciado hoy que "seguramente" adoptará nuevas reformas para cumplir con el pacto de competitividad y ha avanzado la posibilidad de reforzar la ley de estabilidad presupuestaria para "fortalecer los compromisos de cumplimiento estricto del déficit".
El pacto de competitividad, el fondo de rescate y la suavización de las condiciones a Grecia forman parte de un paquete global de medidas contra la crisis de la deuda que se espera adoptar en la próxima reunión de líderes, los 24 y 25 de marzo.
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