Es necesario representar las distintas variables de la economía (y las del mundo de las finanzas) en términos reales, en este caso, descontando el efecto de la inflación para poder observar la evolución del poder de compra de éste. Para lograr esto llevamos el valor nominal del salario de cada mes a un mismo mes de referencia, sin importar cuál sea éste. Es muy diferente aumentar 25% de una vez en mayo a aumentar 15% en mayo y 10% en septiembre.
En las gráficas que les presento a continuación escogí BsF de marzo 2011, ya que todos tenemos noción de cuánto rinde BsF 1 de la actualidad. La primera presenta la proyección del salario mínimo, en términos reales, tomando en cuenta el anuncio de incremento anunciado (el salario mínimo será BsF 1.407,5 a partir de mayo y BsF 1.548,2 en septiembre) y una inflación estimada para 2011 de 24%. La segunda presenta el promedio anual del salario mínimo para el período 2008-2010 y la proyección de dicho promedio para 2011; de esta forma busco captar la verdadera sensación de los aumentos del salario en cada año, ya que tanto el monto como el mes del aumento son dos variables importantísimas para estimar esa "sensación".
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